Miércoles
15 Abril
- Evangelio: Juan 3,16-21
"… la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz “
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca
ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no
mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve
por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado,
porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. El juicio consiste en
esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz,
porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz
y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que
realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas
según Dios.
“…la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz”
Este es el drama insoslayable de cada ser humano desde que existe la humanidad:
luz o tiniebla
Para los que recibimos la noticia desde la realidad cristiana, el dilema
es: Jesús o tinieblas
Las tinieblas asumen disfraces muy diversos que se superponen sobre
realidades que pertenecen a nuestras necesidades más elementales como son la supervivencia,
la necesidad de las cosas materiales, el derecho a la buena reputación, etc.
El problema consiste en la forma como dimensionamos
desproporcionadamente estas realidades y las hacemos pasar a una condición de
absoluto que rivalizan con el puesto del mismo Dios en el que supuestamente
creemos
Una de esas realidades que convertimos en objeto de idolatría son las cosas
materiales o sea la “avaricia de riquezas”, como lo llama Ignacio de Loyola
El Papa Francisco se refirió hace apenas unas horas a esa problemática.
Oigámosle: El papa Francisco dijo hoy que los cristianos no deben
acumular riquezas sino ponerlas al servicio de quien tiene necesidad, según
explicó en su homilía en la misa matutina en su residencia Casa Santa Marta.
El pontífice dijo que los
cristianos deben pedir "la gracia de la pobreza", y que esta
significa lo siguiente: "si yo tengo lo que tengo, debo administrarlo bien
por el bien común y con generosidad".
La referencia utilizada
por el papa Francisco para su homilía de la misa de hoy se basó en el pasaje de
los Hechos de los Apóstoles que describe la vida de la primera comunidad
cristiana
Aludió a que existen dos signos de lo
que denominó "renacimiento en una comunidad" y dijo que el primero de
ellos es "la armonía".
Y aseguró que el segundo signo es "el bien común, o sea: 'En efecto ninguno entre ellos estaba necesitado, ninguno consideraba de su propiedad aquello que les pertenecía, estaba al servicio de la comunidad. Sí, algunos eran ricos, pero al servicio'"
Y aseguró que el segundo signo es "el bien común, o sea: 'En efecto ninguno entre ellos estaba necesitado, ninguno consideraba de su propiedad aquello que les pertenecía, estaba al servicio de la comunidad. Sí, algunos eran ricos, pero al servicio'"
Saquemos las debidas consecuencias de
estas palabras
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