Martes 7 Abril
MARTES DE PASCUA
Evangelio: Juan 20,11-18
"He visto al Señor"
"He visto al Señor"
En aquel tiempo, fuera,
junto al sepulcro, estaba María, llorando. Mientras lloraba, se asomó al
sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y
otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús. Ellos le preguntan: "Mujer,
¿por qué lloras?" Ella les contesta: "Porque se han llevado a mi
Señor y no sé dónde lo han puesto." Dicho esto, da media vuelta y ve a
Jesús, de pie, pero no sabia que era Jesús. Jesús le dice: "Mujer, ¿por
qué lloras?, ¿a quién buscas?" Ella, tomándolo por el hortelano, le
contesta: "Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo
lo recogeré." Jesús le dice: "¡María!" Ella se vuelve y le dice:
"¡Rabboni!", que significa: "¡Maestro!" Jesús le dice:
"Suéltame, que todavía no he subido al Padre. Anda, ve a mis hermanos y
diles: "Subo al Padre mío y Padre de ustedes, al Dios mío y Dios de
ustedes." María Magdalena fue y anunció a los discípulos: "He visto
al Señor y ha dicho esto."
- El Papa Francisco presidió
este lunes de Pascua el rezo del Regina Coeli … En sus palabras previas a la
oración, el Pontífice recordó que la Pascua ha llevado al mundo una novedad
radical: el triunfo de la vida sobre la muerte.
Comentando el Evangelio del día
señaló que “nos presenta el relato de las mujeres que acuden al sepulcro de
Jesús y lo encuentran vacío y ven a un ángel que les anuncia que Él ha
resucitado”.“Y mientras ellas corren para llevar la noticia a los discípulos,
encuentran a Jesús mismo que les dice: ‘Vayan y anuncien a mis hermanos que
vayan a Galilea, allí me verán’”.
Francisco explicó que
“Galilea es la ‘periferia’ donde Jesús había
iniciado su predicación; y desde allí volverá a partir el Evangelio de la
Resurrección, para que sea anunciado a todos, y cada
uno pueda
encontrarle a Él, el Resucitado, presente y obrante en la historia”.
Hablando de la relación que esto tiene con la misión de
la Iglesia, indicó que “es el anuncio que la Iglesia repite desde
el primer día: ¡Cristo ha resucitado!”.
…El Papa invitó a no
cansarse de repetir que “¡Cristo ha resucitado!” y además de repetirlo de
palabra, sobre todo hacerlo “con el testimonio de nuestra vida”.
“La buena noticia de la Resurrección debería transparentarse en
nuestro rostro, en nuestros sentimientos y actos, en el modo cómo tratamos a los otros”.
“Nosotros anunciamos la resurrección de Cristo cuando su luz ilumina los momentos oscuros de nuestra existencia y podemos compartirla con los otros: cuando sabemos
reír con quien ríe, y llorar con quien llora; cuando caminamos junto a quien está triste y está a punto de perder la esperanza, cuando
contamos nuestra experiencia de fe a quien está en la búsqueda de sentido y de
felicidad”.
“La liturgia considera toda
la Octava como un único día, para ayudarnos a entrar
en el misterio, para que su gracia se imprima en nuestro corazón y en nuestra
vida. La Pascua es el acontecimiento que ha llevado la novedad radical para cada ser humano, para la historia y para el mundo: el triunfo de la vida sobre la muerte”.
El Pontífice pidió “que nuestra
existencia sea conquistada y transformada por la resurrección” con la ayuda de
la Virgen María, “silencioso testimonio de la muerte y resurrección de su Hijo, de acrecentar en nosotros la alegría pascual”… “En realidad,
nuestra alegría es un reflejo de la alegría de María, porque es Ella quien ha
custodiado y custodia con fe los eventos de Jesús”.
…También aconsejó durante el tiempo pascual leer cada día un pasaje del Evangelio en el que se hable de la
Resurrección
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