Lunes 13 Abril
- Evangelio: Juan 3,1-8
"El que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios"
Había un fariseo llamado
Nicodemo, jefe judío. Éste fue a ver a Jesús de noche y le dijo: "Rabí,
sabemos que has venido de parte de Dios, como maestro; porque nadie puede hacer
los signos que tú haces si Dios no está con él." Jesús le contestó:
"Te lo aseguro, el que no nazca de nuevo no puede ver el reino de
Dios." Nicodemo le pregunta: "¿Cómo puede nacer un hombre, siendo
viejo? ¿Acaso puede por segunda vez entrar en el vientre de su madre y
nacer?" Jesús le contestó: "Te lo aseguro, el que no nazca de agua y
de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne es
carne, lo que nace del Espíritu es espíritu. No te extrañes de que te haya dicho:
"Tienen que nacer de nuevo"; el viento sopla donde quiere y oyes su
ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que ha nacido
del Espíritu."
Lo que el Señor nos plantea al
invitarnos a “nacer de nuevo” si queremos “ver el Reino”, está en plena coherencia con
todo el mensaje de Jesús a lo largo
de toda su misiòn.
En otra parte nos había dicho:”
no se echa vino nuevo en odres viejos”
MARCOS 2,22
Y en otra parte: "El que
quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo” MATEO 16,
24-28
O en LUCAS 11,23
“El que no está conmigo, contra mí está; y el que conmigo no recoge, desparrama”.
Ante la contundencia de
estas expresiones en las que Jesús nos presenta la naturaleza tan absoluta de
lo que es su seguimiento, resulta evidente que la adhesión a Jesús es
incompatible con todo tipo de componendas
Una cosa es que sintamos una
especie de vértigo ante
una llamada tan contundente y otra cosa es pensar que es un seguimiento que se
puede practicar mientras cultivamos otras idolatrías
La actitud más idónea
es la del que se siente tan incapacitado
de vivir una entrega tan totalizante que cae de rodillas ante
el Señor para decirle:
Sólo Tú Señor puedes lograr de mí esa respuesta
Esta petición es la experiencia más genuinamente cristiana para huir tanto del fariseísmo autosuficiente, como del seguimiento acomodaticio o peor aún, del pesimismo que nos deje inertes y sin salvación
Esta es la fe, la
confianza, el abandono en sus manos. (1CORINTIOS 16,22)”Ven, Señor Jesús” APOCALIPSIS 22,20 "Por tanto, Yo vengo pronto. Bienaventurado el
que guarda las palabras de la profecía de este libro:” יְהוֹשֻׁעַ מַרָנָא תָּא"
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