Viernes 28 agosto

Marcos 7,31-37
"Hace oír a los sordos y hablar a los mudos"

En aquel tiempo, dejando Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del lago de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos. Él, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y, mirando al cielo, suspiró y le dijo: "Effetá", esto es: "Ábrete". Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad. Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos. Y en el colmo del asombro decían: "Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos."

Qué extraordinario se nos presenta Jesús haciendo esos prodigios tan hermosos. Vamos a contemplarlo con admiración y amor

 

Ese es Jesús. Así es de solidario con  nuestros dolores

Es el verdadero Jesús. Hay aproximadamente 37 milagros registrados en el Nuevo Testamento. Por supuesto, Jesús realizó muchos más, como leemos en Juan 21:25 “si se escribieran una por una las cosas realizadas por Jesús, ni aún en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir”

¿Qué nos revela eso? Nos revela una personalidad absolutamente volcada a hacer el bien especialmente a los más necesitados

 

Cualquier otra presentación de Jesús que trate de describirlo como un Dios vengativo , es una presentación mentirosa

 

Y como en Jesús vemos a Dios (Juan 14,9 ), tenemos que concluir que Dios es infinitamente bueno y son mentirosas las presentaciones de un Dios como juez cruel

 

Es bueno repetir esto hasta el cansancio, porque en este tiempo sobran las presentaciones adulteradas que vienen de nuestros hermanos evangélicos y nuestras propias resistencias hacia las imágenes verdaderas de Jesús

Meditemos con gozo esas acciones de Jesús. Digamos con el Salmo 34,9“Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor”