Lunes 3 agosto
Juan
14,21-26
" El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése
me ama; al que me ama lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a
él "
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "El que acepta mis
mandamientos y los guarda, ése me ama; al que me ama lo amará mi Padre, y yo
también lo amaré y me revelaré a él." Le dijo Judas, no el Iscariote:
"Señor, ¿qué ha sucedido para que te reveles a nosotros y no al
mundo?" Respondió Jesús y le dijo: "El que me ama guardará mi palabra,
y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama
no guardará mis palabras. Y la palabra que están oyendo no es mía, sino del
Padre que me envió. Les he hablado de esto ahora que estoy a su lado, pero el
Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien se
los enseñe todo y les vaya recordando todo lo que les he dicho."
Amar
a Jesús no es solo un sentimiento. Claro que lo es y muy hermoso, pero no es solo un sentimiento. Es una adhesión que
se convierte en acción. Se convierte en motor de una acción porque los demás nos necesitan.
nos necesitamos los unos a los otros
¿Cuál acción ? La
acción que lleva a ofrecerte todo a cumplir la voluntad de Dios en tu vida
Esa
voluntad de Dios se convierte en la guía de toda tu existencia. ¿Qué quieres , Señor, que haga ?
¿
Qué quieres , Señor, que haga en mis ocupaciones diarias, en mi familia,
en mis relaciones con otra gente, con mi país, con el mundo
en el que me ha tocado vivir, con tus pobres y necesitados, conmigo
mismo ?
Y
brota enseguida la palabra SERVICIO. Y el servicio es algo de múltiples concreciones. Cada persona, cada ambiente necesitan un servicio diferente. Para unos será el respeto, para otros la compasión,
para otros la atención, para otros el cariño y la ternura, para
otros será facilitarles la palabra de Dios, para otros darle esa
palabra, para otros el pan real y verdadero
Siempre
hay alguien a quien servir, incluso a uno mismo. Siempre
hay un necesitado al lado nuestro cerca o lejos físicamente,
pero espiritualmente cerca.
¿
A qué persona
necesitada debo atender en este
momento? Mira
a tu alrededor. Tu alrededor más cercano y ve abriendo el círculo. E irán
apareciendo: unos, necesitados de compasión, otros de atención,
otros de cariño y ternura, otros de perdón, otros del pan,
de la visita, de la llamada, de la palabra de Dios, etc.
Y
así llegamos a cumplir
los mandamientos
y nos
haremos más dignos del amor del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y vendrán a nosotros y el Espíritu nos seguirá enseñando. Qué maravilloso todo eso…! Y todo por el servicio hecho como cumplimiento de la voluntad del Señor.
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