Lunes 16 Marzo
Evangelio: Juan 4,43-54
“Como no vean signos y prodigios, no creen "
“Como no vean signos y prodigios, no creen "
En aquel tiempo, salió Jesús de Samaría para Galilea.
Jesús mismo había hecho esta afirmación: "Un profeta no es estimado en su
propia patria." Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien,
porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta,
pues también ellos habían ido a la fiesta. Fue Jesús otra vez a Caná de
Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real que
tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo que Jesús había llegado de Judea a
Galilea, fue a verle, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba
muriéndose. Jesús le dijo: "Como no vean signos y prodigios, no creen."
El funcionario insiste: "Señor, baja antes de que se muera mi niño."
Jesús le contesta: "Anda, tu hijo está curado." El hombre creyó en la
palabra de Jesús y se puso en camino. Iba ya bajando, cuando sus criados
vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo estaba curado. Él les preguntó a
qué hora había empezado la mejoría. Y le contestaron: "Hoy a la una lo
dejó la fiebre." El padre cayó en la cuenta de que ésa era la hora cuando
Jesús le había dicho: "Tu hijo está curado." Y creyó él con toda su
familia. Este segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea.
El episodio nos presenta a Jesús
favoreciendo con un milagro a un “funcionario” que, como sabemos ,no eran de las
personas más afines a Jesús. La salvación de Jesús es para todos
Pero Jesús manifiesta un
sentimiento de cierta tristeza al ver que sus oyentes necesitan signos , milagros, para poder
creer en Êl.
No son aquellos oyentes de Jesús los
únicos que exigen signos especiales
para creer. También a nosotros nos falta esa entrega incondicionalmente confiada en sus manos
Y no es porque falten
milagros en
nuestras vidas.Dice Albert Einstein: “Existen dos formas de ver la vida: una es creyendo
que no existen los milagros, la otra es creyendo que todo
es un milagro.”
El mismo Einstein nos dice en otra
parte: “El Hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la
ciencia logra abrir.”
De manera que nuestra
incredulidad es una especie de miopía que no nos deja trascender la inmediatez de lo que
tenemos delante.
“La alegría
de ver y entender es el más perfecto don de la naturaleza.” (Einstein)
Dios va haciendo en nuestra vida infinidad de milagros.No vivimos expuestos a las casualidades. Hay una providencia de Dios que hace que sean más
las cosas buenas que nos suceden , que las negativas.
Sí que nos suceden situaciones negativas porque el Señor no vive violentando las leyes de la naturaleza que El mismo creó
Y también porque,
incluso muchos de los eventos que juzgamos como negativos, quizá con el tiempo los evaluaremos como positivos.
En todo caso: Lo más sabio es
sacar la consecuencia obvia de la revelación
que Dios
nos ha hecho sobre el amor incondicional con el que nos ama
Y emitirle un cheque
en blanco para que escriba en nuestra vida lo que se corresponda con su santísima
voluntad, que siempre será lo mejor
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