Jueves 12 Marzo

Evangelio: Lucas 11,14-23
" el que no recoge conmigo desparrama."

En aquel tiempo, Jesús estaba echando un demonio que era mudo y, apenas salió el demonio, habló el mudo. La multitud se quedó admirada, pero algunos de ellos dijeron: "Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios." Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. Él, leyendo sus pensamientos, les dijo: "Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Ustedes dicen que yo echo los demonios con el poder de Belzebú; y, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, los hijos de ustedes, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán los jueces de ustedes. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero, si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama."

La expresión de Jesús es contundente: “el que no recoge conmigo desparrama.". Dado el carácter tan absolutamente inédito, irrepetible y definitivo que significa la acción de Jesús en el mundo, es obvio que no caben actitudes desentendidas

 

La adhesión amorosa a Jesús (estar con El) es una experiencia equivalente a la adhesión a Dios. “El Padre y Yo somos una misma cosa” JUAN 10,30 . No adherirse a Jesús o a lo que Ël representa como irrupción de Dios en la historia del ser humano, corresponde a tomar una distancia trágica  con respecto a Dios.

 

Lo mismo podemos decir que adherirse amorosamente a Jesús (estar con El) corresponde adherirse a los valores fundamentales que constituyen la misma esencia de su persona como es la condición de hijo de Dios

Adherirse amorosamente a Jesús (estar con El) es hacerse uno con su suerte de pasión y resurrección.

Adherirse amorosamente a Jesús es hacerse constructor del Reino de Dios que es el sueño, El deseo primordial de Dios 

 

Adherirse amorosamente a Jesús (estar con El) es hacerse beneficiarios de las virtudes cardinales: Fe, Esperanza y Amor.

Adherirse amorosamente a Jesús es convertirse en corresponsable de la felicidad de su prójimo

 

Adherirse amorosamente a Jesús  es adherirse a los valores que El encarna como son la opción preferencial por los pobres, la paz, la justicia entre los seres humanos.

 

Adherirse amorosamente a Jesús (estar con El) es convertirse en El “vivo yo , ya no yo, es Cristo quien vive en mí.(GALATAS 2,20).

 

Por todo lo cual Jesús expresa una verdad contundente cuando dice. “ el que no recoge conmigo desparrama."

 

Lo más grave es que, frente a Jesús , no solo es condenable y maligna ninguna suerte de  neutralidad, la pasividad indiferente, sino el negarse a “recoger”, negarse a sumarse al trabajo por construir el Reino.” ¡Ay de mí si no evangelizara! ¡ Corintios 9, 16

Optar amorosamente por Jesús es ponerse en camino con El en dirección de toda la humanidad para incorporarlos en la fascinante tarea de renovar toda la realidad. Mateo 28, 16-20
 «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo les he mandado. Y he aquí que yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo».

GRACIAS, SEÑOR POR HABERTE FIJADO EN MÍ PARA QUE TE SIGUIERA…!