Viernes 6 Noviembre
Lucas 16,1-8
"Los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz"
"Los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz"
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos: "Un hombre rico tenía un administrador y le llegó la denuncia
de que derrochaba sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: "¿Qué es eso
que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas
despedido." El administrador se puso a echar sus cálculos: "¿Qué voy
a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas;
mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de
la administración, encuentre quien me reciba en su casa." Fue llamando uno
a uno a los deudores de su amo dijo al primero: "¿Cuánto debes a mi
amo?" Éste respondió: "Cien barriles de aceite." Él le dijo:
"Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta." Luego
dijo a otro: "Y tú, ¿cuánto debes?" Él contestó: "Cien fanegas
de trigo." Le dijo: "Aquí está tu recibo, escribe ochenta." Y el
amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido.
Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos
de la luz."
La enseñanza que nos deja Jesùs aquí
la podemos aplicar a la evidente superioridad que muestran los agentes de las
propuestas anticristianas
en nuestro mundo
Nuestra sociedad vive inundada de
propaganda, de información de proporciones infinitas con las que se vende la propuesta mundana
Espectàculos, noticias, eventos con
los que se saturan
nuestras mentes
Mientras tanto las voces de los que
pronunciamos el evangelio quedamos casi anuladas
ante esa avalancha de mundo
No es fácil enfrentarse a esos
demonios.Pero no podemos dejarles el espacio total tan débilmente
¿Què podemos hacer? Intentar
conquistar territorios que nos son màs
cercanos Como es nuestra
famiia, nuestros ambientes de residencia, trabajo, distracción
En esos ambientes no perder
oportunidad para derrochar
el gozo que produce en nosotros el evangelio
Porque nuestro evangelio se “vende” casi solo, cuando lo
predicamos con fidelidad y sinceridad
En este espacio hemos saboreado
tantos mensajes de Jesùs que debemos tratar de contagiar
a los otros con nuestra satisfacción
No podemos competir
en todas las áreas, pero en algunas sì
que podemos, hagàmoslo
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