Lunes 23 Noviembre
Mateo 9,1-8
"La gente alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad"
"La gente alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad"
En aquel tiempo, subió Jesús a una
barca, cruzó a la otra orilla y fue a su ciudad. Le presentaron un paralítico,
acostado en una camilla. Viendo la fe que tenían, dijo al paralítico:
"¡Ánimo, hijo!, tus pecados están perdonados." Algunos de los
escribas se dijeron: "Éste blasfema." Jesús, sabiendo lo que
pensaban, les dijo: "¿Por qué pensáis mal? ¿Qué es más fácil decir:
"Tus pecados están perdonados", o decir: "Levántate y
anda"? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la
tierra para perdonar pecados -dijo dirigiéndose al paralítico-: "Ponte en
pie, coge tu camilla y vete a tu casa."" Se puso en pie, y se fue a
su casa. Al ver esto, la gente quedó sobrecogida y alababa a Dios, que da a los
hombres tal potestad.
Este párrafo evangélico lo hemos
comentado en otra ocasión, invito a que esta vez hagamos una APLICACIÓN DE
SENTIDOS
La “aplicación de sentidos” es un
tipo de oración de muy alta calidad.Los sentimientos, afectos nos entran por
los sentidos.Las convicciones responden más a los afectos que al ejercicio de
la razón.Lo que nos llega por los sentidos se queda más fijo en nuestra
vivencia.Si hemos perdido algo de esa capacidad de valorar nuestra imaginación
y nuestros sentidos, haríamos muy bien en tratar de recuperarla
En primer lugar nos situamos en el
escenario: un grupo de personas recibe a Jesús que baja de una barca. Están
ansiosos porque saben de las acciones que Jesús viene haciendo.Vemos sus
caras.Oimos sus comentarios.Vemos a Jesús hablando con sus discípulos
De repente oímos unos ruidos y
sentimos que somos empujados hacia afuera
Ante nosotros descubren a un
paralítico que viene en una camilla. Vemos la tìpica camilla de un paralítico
pobre: camilla con sábanas arrugadas, remendadas.Los acompañantes hacen espacio
entre Jesús y el enfermo
Vemos el rostro de Jesús lleno de
serena compasión cuando le dice:”Animo Hijo!” e inmediatamente completa “Tus
pecados te son perdonados”
Hay un momento de incertidumbre.
Nosotros quedamos extrañados de que Jesús no se refiera a la enfermedad. Pero
la cara del enfermo es de alegría
Oímos el rumor de los fariseos y
algunos suben la voz para reclamar con què autoridad perdona los pecados
Vemos cómo Jesús los mira con cierta
lástima y un poco de enojo. Oímos
entonces cuando les reclama sobre sus murmuraciones y el silencio se
hace muy grande cuando les pregunta : “¿Qué es más fácil…”
Vemos aquel rostro de Jesús lleno de
inspiración cuando le dice al enfermo: "Ponte en pie, coge tu camilla y
vete a tu casa."
Los fariseos se escurren entre la gente
aprovechando que todos quedan atónitos cuando efectivamente el enfermo se pone
en pié, toma la camilla y muestra un rostro lleno de alegría mientras comienza
a avanzar hacia su casa
Se siente un sobrecogimiento muy grande
entre la gente. Nosotros también guardamos silencio y nos llenamos de
admiración
Tratamos de ver a Jesús, pero él
aprovechando la movilización de los presentes se escurre él también entre sus
discípulos
Nosotros nos quedamos escuchando las palabras
de admiración que dicen os presentes
Terminamos con un coloquio a Jesús y
un “Alma de Cristo”
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