Lunes 9 Noviembre
Lucas 17, 1-6
"Si siete veces en un día vuelve a decirte: "Lo siento", lo perdonarás"
"Si siete veces en un día vuelve a decirte: "Lo siento", lo perdonarás"
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus
discípulos: "Es inevitable que sucedan escándalos; pero ¡ay del que los
provoca! Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le
encajaran en el cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Tened
cuidado. Si tu hermano te ofende, repréndelo; si se arrepiente, perdónalo; si
te ofende siete veces en un día y siete veces vuelve a decirte: "Lo siento",
lo perdonarás." Los apóstoles le pidieron al Señor: "Auméntanos la
fe." El Señor contestó: "Si tuvierais fe como un granito de mostaza,
diríais a esa morera: "Arráncate de raíz y plántate en el mar." Y os
obedecería."
Una vez más el Señor nos dice que el perdón no tiene lìmites.La
primera vez fue la pregunta de Pedro
(Mateo 18, 21)sobre cuàntas veces debo perdonar a mi hermano. Después en el
Padre Nuestro y otras veces más
Y Jesús usa el numero siete para hacer alusión al siempre.
Esta vez incluso aprieta más la amonestación porque se refiere a una ofensa que
se repite el mismo
dìa
Nunca nos cansaremos de reconocer la
sabiduría de esta insistencia de Jesús en invitarnos a perdonar. Y es que no
podemos ser de otra manera
los que somos beneficiarios permanentes del perdón
de Dios. Por lo menos del perdón por las tantas cosas buenas que debiéramos
hacer y no hacemos
Y no podemos ser distintos nosotros
de ese Dios al que debemos imitar y que dice por labios de Jesùs :”Sean misericordiosos
como
nuestro Padre es misericordioso”Lucas
6,36
Què experiencia tan hermosa se vive
cuando uno piensa en alguna persona con la que uno tiene alguna diferencia y
uno piensa que esa persona está animada por esta invitación de Jesús y que por
eso uno se puede sentir perdonado
Y por el contrario: qué doloroso es
recordar a alguien y pensar que ese alguien tiene un juicio negativo sobre
nosotros que no nos absuelve
Cuán liberador
es el perdón. Liberador cuando nos sentimos acusados y liberador cuando nos
sentimos acusadores
Y ya lo hemos dicho otras veces:
Perdonar no es desconocer
que hubo culpa. Perdonar no es garantizar el olvido de la culpa.
Perdonar es alzarse por encima de todos esos determinismos y regalarse
en misericordia
El perdón no
debe reservarse para los momentos dramáticos en los que existe una ofensa o daño concreto
contra nosotros. Hay que evolucionar hasta
convertirse en una “persona naturalmente perdonadora”
que es lo contrario a la persona culpabilizadora”
Este es el test
que nos podríamos hacer ahora: ¿Soy una persona
culpabilizadora,
enjuiciadora,
o soy una persona naturalmente perdonadora,
liberadora, comprensiva?
Eso no tiene
que ver con fortaleza
o debilidad de carácter.Tiene que ver con la capacidad de
trascender la inmediatez
del encuentro con la falta y actuar màs allá de lo previsible. Al estilo de
Jesùs.
Volvemos a decir: Què distinto se
siente uno cuando al recordar a una persona la recuerda como perdonadora
o como culpabilizadora.
Pidamos con fuerza a nuestro Dios Misericordioso
y Compasivo llegar a convertirnos en esa persona compasiva y perdonadora que
tanto debe agradarle
a él
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