Jueves 19 noviembre
Lucas 19,41-44
"¡Si comprendieras lo que conduce a la paz!"
"¡Si comprendieras lo que conduce a la paz!"
En aquel tiempo, al acercarse Jesús a
Jerusalén y ver la ciudad, le dijo llorando: "¡Si al menos tú
comprendieras en este día lo que conduce a la paz! Pero no: está escondido a
tus ojos. Llegará un día en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te
sitiarán, apretarán el cerco, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán
piedra sobre piedra. Porque no reconociste el momento de mi venida."
Cuántos espacios de nuestra vida consumimos sin encontrarnos con la verdadera paz…!
La verdadera paz està al alcance de nuestras manos pero hay que pagar un precio
El budismo y el hinduismo dicen que
hay que renunciar a la sed, anhelo desenfrenado de cosas.Ignacio de Loyola dice que hay que renunciar a los
apegos desordenados Jesús dice que hay que renunciar
a si mismo.Esto nos suena a que hay que
ignorar a ese”yo” que inventamos y al que le servimos con tanta
exactitud
En todo caso hay una renuncia de por medio.Pero
Jesus lo aclara “el que deje su vida por mi la salva”Mateo
10,39.El que reconoce lo fatuo de ese
Yo, se lanza a la vida verdadera que es Jesus .De modo que no es cambiar la
vida por el vacio.Ese vacio es aparente.Parece vacío pero es plenitud
“Haz
la prueba y verás què bueno es el
Señor”Salmo 33.Es cuestión de experimentar ese lanzarse al vacío que indica en
la dirección del Señor.
Esto es aplicable a cuando pedimos
algo al Señor. Una vez que hemos hecho lo que nos tocaba hacer a nosotros,
luego dejarse caer en el vacio infinito de la confianza
ciega
Esa es la verdadera paz…!
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