lunes, 9 de febrero de 2015



Martes 10 Febrero 2015
Evangelio: Marcos 7,1-13
"Dejan  a un lado el mandamiento de Dios para aferrarse a la tradición de los hombres"
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con las manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. (Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos, restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas.) Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: "¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?" Él les contestó: "Bien profetizó Isaías de ustedes, hipócritas, como está escrito: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos." Dejan a un lado el mandamiento de Dios para aferrarse a la tradición de los hombres." Y añadió: "Anulan el mandamiento de Dios por mantener la tradición de ustedes. Moisés dijo: "Honra a tu padre y a tu madre" y "el que maldiga a su padre o a su madre tiene pena de muerte"; en cambio, ustedes dicen: Si uno le dice a su padre o a su madre: "Los bienes con que podría ayudarte los ofrezco al templo", ya no le permiten hacer nada por su padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios con esa tradición que les trasmiten; y como éstas hacen muchas."

“Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos, restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas”. Esta es una actitud muy típica de la gente que busca a Dios solo por el camino de las religiones
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“los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: "¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?" Los discípulos de Jesús ya habían comenzado a asimilar la libertad que propugnaba Jesús
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"Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos." Aquí Jesús pone el dedo en la llaga: qué fácil es hacerse esclavo de normas y de leyes y por culpa de ellas alejarse de Dios.
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“Dejan a un lado el mandamiento de Dios para aferrarse a la tradición de los hombres." La prioridad de Dios es la felicidad del ser humano. Ellos olvidan esto por aferrarse al cumplimiento de normas inventadas por ellos mismos
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Lamentablemente en este desenfoque no solamente cayeron los adherentes a la religión judía. Los católicos, por referirnos solo a nosotros, los católicos hemos incurrido en esta tergiversación de creer que agradamos a Dios si cumplimos las leyes y costumbres de la religión sin comprometernos con hacer más felices a los demás.
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En el lenguaje popular se nos dice que “nos damos golpes de pecho” en el templo, pero luego no nos da remordimiento hacerle daño a alguien. Desgraciadamente muchas veces tienen razón
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A nivel social nos preguntamos, por qué en países con mayoría de cristianos, se da el espectáculo de mayorías empobrecidas y de minorías “cristianas” en la opulencia
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Simplemente, no hemos entendido a Jesús
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Por eso se nos tacha a nosotros de hipócritas tal y como Jesús  tachó a los fariseos
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“Si uno le dice a su padre o a su madre: "Los bienes con que podría ayudarte los ofrezco al templo", ya no le permiten hacer nada por su padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios con esa tradición que les trasmiten; y como éstas hacen muchas."Jesús les pone un ejemplo concreto de su hipocresía.
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Para purificar a nuestra religión de toda esa hipocresía tan extendida, tenemos que volvernos a convertir al mensaje de Jesús de una manera totalmente radical. Esto debe ser un motivo permanente de nuestra petición al Señor.
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