Miércoles 25 Febrero
Evangelio: Lucas 11,29-32
"A esta generación no se le dará más signo…”
En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de
Jesús, y él se puso a decirles: "Esta generación es una generación
perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás.
Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo
del hombre para esta generación. Cuando sean juzgados los hombres de esta
generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella
vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y
aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esta generación, los
hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se
convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que
Jonás."
Una vez más Jesús se encuentra con la dureza de corazón y el empecinamiento de sus coterráneos. “Piden una
señal”.Se cumple aquí o de “no hay peor ciego que el que no quiere ver”
Como en todas las ocasiones, la
intención de aproximarnos a este episodio es la de extraer similitudes, semejanzas con nuestra nuestra
actitud ante el reto de fe
que propone Jesús
El perfil del cristianismo latinoamericano en esta época no es el de un rechazo hacia este reto. Por el
contrario: hay una actitud de aceptación e incluso de convencimiento
en muchos ambientes que antes estaban cerrados y hostiles
No pedimos “signos” para abrirnos
a Jesús, pero esa apertura muchas veces se
queda allí, en la apertura
y no evoluciona hacia una
adhesión que transforme toda nuestra
existencia personal y social
No siempre
extraemos las consecuencias que trae consigo un seguimiento real a Jesús:
consecuencias que deben incidir sobre nuestro estilo de vida y
sobre la forma como funcionamos en el contexto social y
hasta mundial
Hemos iniciado esta época con la
presencia en la cabeza de la Iglesia católica del Papa Francisco que siente con pasión el fenómeno de la indiferencia hacia los grandes dramas de la humanidad que se ha
convertido en “globalización de la indiferencia”
Nuestro planeta hoy está dramáticamente salpicado de conflictos bélicos, estrategias de
dominación, enfrentamientos ideológicos, situaciones de miseria, hambre,muerte
Es verdad que aquí y allá van surgiendo luces que iluminan, pero son más los que viven su rutina diaria sin sumarse efectiva y
militantemente a la cruzada
de la instauración del Reino de amor, paz y justicia.
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