Martes 3 Febrero 2015
Evangelio: Marcos 5,21-43
"Contigo hablo, niña, levántate"
"Contigo hablo, niña, levántate"
En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla, se le
reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al lago. Se acercó un jefe
de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies,
rogándole con insistencia: "Mi niña está en las últimas; ven, pon las
manos sobre ella, para que se cure y viva." Jesús se fue con él,
acompañado de mucha gente que lo apretujaba. Había una mujer que padecía flujos
de sangre desde hacia doce años. Muchos médicos la habían sometido a toda clase
de tratamientos, y se había gastado en eso toda su fortuna; pero, en vez de
mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás,
entre la gente, le tocó el manto, pensando que con sólo tocarle el vestido
curaría. Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias, y notó que su
cuerpo estaba curado. Jesús, notando que había salido fuerza de él, se volvió
en seguida, en medio de la gente, preguntando: "¿Quién me ha tocado el
manto?" Los discípulos le contestaron: "Ves como te apretuja la gente
y preguntas: "¿Quién me ha tocado?"" Él seguía mirando
alrededor, para ver quién había sido. La mujer se acercó asustada y temblorosa,
al comprender lo que había pasado, se le echó a los pies y le confesó todo. Él
le dijo: "Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud." Todavía
estaba hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle:
"Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?" Jesús
alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: "No temas;
basta que tengas fe." No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro,
Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegaron a casa del jefe de la sinagoga
y encontró el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos. Entró y
les dijo: "¿Qué estrépito y qué lloros son éstos? La niña no está muerta,
está dormida." Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos y, con el
padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña, la
cogió de la mano y le dijo: "Talitha qumi" (que significa:
"Contigo hablo, niña, levántate"). La niña se puso en pie
inmediatamente y echó a andar; tenía doce años. Y se quedaron viendo visiones. Les
insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.
DOS ACTUACIONES DE JESÚS
REALMENTE HERMOSAS Y ADMIRABLES. LA PRIMERA CON LA
MUJER QUE PADECÍA DE FLUJOS SANGUINEOS.”…PENSANDO QUE SOLO CON TOCARLE EL MANTO CURARÍA”. ESTA ERA LA CONFIANZA DESPERTABA JESÚS
“QUIÉN ME HA TOCADO.
ÉL SEGUÍA MIRANDO ALREDEDOR PARA VER QUIÉN HABÍA SIDO”. JESÚS SINTIÓ QUE UNA FUERZA HABÍA SAIDO DE ÉL. LA FUERZA DEL AMOR
“HIJA TU FE TE HA
CURADO. VETE EN PAZ Y CON SALUD”.UNA VEZ MÁS EL ESFUERZO DE JESÚS EN NO APROPIARSE
LA HAZAÑA SINO SITUAR EL MÉRITO EN LA FE DEL BENEFICIADO
“PARA QUÉ MOLESTAR
AL MAESTRO. JESÚS ALCANZÓ A OIR LO QUE HABLABAN Y LE DIJO: NO
TEMAS , BASTA QUE TENGAS FE” . JESÚS ESTÁ ATENTO A LAS SEÑALES DEL DOLOR
HUMANO. LE RECUERDA LA CONDICIÓN IMPRESCINDIBLE: LA FE
JAIRO YA CUMPLÍA
CON ESA CONDICIÓN. POR ESO JESÚS AVANZA…” LA NIÑA NO ESTÁ MUERTA. ESTÁ
DORMIDA”. JESÚS PREPARA SUAVEMENTE EL MILAGRO DICIENDO QUE LA NIÑA ESTÁ
DORMIDA.
“ CONTIGO HABLO, NIÑA :
LEVÁNTATE”. JESÚS FRENTE A FRENTE CON AQUEL CUERPO YA INANIMADO. LA
VOZ DE JESÚS ES DECIDIDA.
“LA NIÑA SE PUSO EN
PIÉ INMEDIATAMENTE Y COMENZÓ A ANDAR. TENÍA DOCE AÑOS”. ASÍ ACTÚA JESÚS
CUANDO HAY UNA ESPECTATIVA POSITIVA Y FIRME.
“Y SE QUEDARON VIENDO VISIONES”.
INDUDABLEMENTE NO SALÍAN DE SU ASOMBRO. ASÍ ES EL SEÑOR. COMO DICE EL TEÓLOGO
VENEZOLANO PEDRO TRIGO: “PRODUCE ADMIRACIÓN Y
SOBRECOGIMIENTO”
“LES INSISTIÓ QUE
NADIE SE ENTERASE”. LA PREOCUPACIÓN DE
JESÚS ES ALVIRIAR EL DOLOR Y ATENDER A
LA FE DE LOS QUE LO REQUERÍAN. NO QUERÍA GANARSE UNA ADHESIÓN INTERESADA
Y CONFUSA SOBRE SU MISIÓN Y SU PERSONA
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