viernes, 16 de octubre de 2015

Sábado 17 octubre

Lucas 12,8-12
"El Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir"
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Si uno se pone de mi parte ante los hombres, también el Hijo del hombre se pondrá de su parte ante los ángeles de Dios. Y si uno me reniega ante los hombres, lo renegarán a él ante los ángeles de Dios. Al que hable contra el Hijo del hombre se le podrá perdonar, pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará. Cuando os conduzcan a la sinagoga, ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de lo que vais a decir, o de cómo os vais a defender. Porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir."

El Espìritu Santo desempeña un papel en nuestra realidad total mucho màs grande de lo que imaginamos

Es el Espìritu el que nos revela a Jesùs como hijo de Dios y a Dios  como Padre y a nosotros como Hijos. Sin su acción en nosotros nada de eso se daría

¿ Y còmo actùa el Espìritu ? El Espìritu se vacìa en nuestro espìtitu y lo santifica (Romànos 8,16).

El Espìritu Santo ha sido infundido en nosotros desde el bautismo(Gàlatas 4,6).

Nuestra experiencia espiritual es tan superficial, ESTAMOS TAN BOTADO HACIA AFUERA que ninguna de estas realidades se hacen relevantes para nosotros. La discreción de nuestro Dios es aquí SUPERLATIVA.Pero asì son las cosas de verdad verdad…

Juan dice en 14,16 “Ustedes conocen en Espìritu porque El està en ustedes y con ustedes.Pero el mundo no lo puede recibir porque no lo conoce” (¿De què parte estaremos nosotros, Señor?)

En Gàlatas 4,6 dice “Ustedes ahora son hijos por esta razón Dios envio   A NUESTROS CORAZONES EL ESPÌRITU DE SU PROPIO HIJO, que clama al Padre Abba, o sea Papaito”

El Espìritu viene nombrado en la Escritura como fuerza (Lucas 15,209; como lìquido se derrama(Hechos 2, 17); que se unta (Hechos 10,38), o sea, màs que como un persona que lo es), como una energía.

Què bien estaría que trataramos de apropiarnos por la oración de esa fuerza

Porque no todos la poseen. Los corintios, tan queridos por Pablo,durante un tiempo no la tenìan, porque vivian inmersos en la carne que era sobre todo el odio entre ellos. Pablo les dice en I Cor 3,1 “No he podido hablarles como a hombres que poseìan el Espìritu sino a como niñitos…”


Roguemos al Señor no tener que ser considerados en esa forma. Pero, no.En nosotros el Espìritu penetra, impregna, arde (Mt.3,2 Jn 3,5 HECHOS 1,5…) Lo que tenemos es que tomar conciencia humilde, pero fuertemente darle también un CHANCE AL ESPÌRITU

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