Mièrcoles 21
Lucas 12,39-48
"Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá"
"Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá"
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Comprended que si
supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un
boquete. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos
penséis viene el Hijo del hombre." Pedro le preguntó: "Señor, ¿has
dicho esa parábola por nosotros o por todos?" El Señor le respondió:
"¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al
frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el
criado a quien su amo, al llegar, lo encuentre portándose así. Os aseguro que
lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: "Mi
amo tarda al llegar", y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas,
a comer y deber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el día y la hora
que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son
fieles. El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo
por obra recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de
castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que
mucho se le confió, más se le exigirá."
Una vez màs el Señor se vale de una
realidad muy conocida a sus oyentes como era la relación amo-siervos
Lo que màs nos interesa a nosotros en
la frase final referente a lo que se nos exigirà
de acuerdo a lo que se nos ha dado
Si nos ponemos a enumerar lo que hemos
recibido la lista es extremadamente grande.
Vamos a quitarnos de la mente ese tono amenazador sobre las exigencias ya que el
Señor repetidas veces se expresa en términos de su misericordia. Pero pensemos en lo que
hemos recibido
En primer lugar la vida.Ese
acto mediante el cual Dios nos ha sacado
de la nada para ponernos a compartir su creación, su redención y su
resurrecciòn. Habremos tenido momentos difíciles en esta vida, la mayoría
momentos gratos pero sobre todo el futuro que tenemos por delante
Luego, las innumerables actividades
en las cuales hemos compartido la creación de Dios haciendo
cosas, ayudando a hacerlas
Toda la gente a la que hemos ayudado,
la vida que hemos dado
Y luego la fe en Jesucristo.
El regalo de la fe en el Hijo de Dios hecho hombre: su palabra, su obra, sus evangelios y
sobre todo su amistad que nos ha acompañado durante toda la
vida
El regalo del Espìritu
Santo que se ha derramado en nuestros
corazones para llenarnos de fe y darnos sus otros dones
El
tener a Dios como papà.No como juez, no
como amo, no como controlador sino como Padre Amoroso
El regalo de la Iglesia,
pecadora y santa. La que nos alimenta la fe, nos ayuda a hacerla crecer, nos
ayuda a celebrarla
La familia
en la que se nos enseñaron los primero pasos de la fe. Se nos enseñò a rezar.Donde se nos llevò a
los sacramentos, se nos enseñaron los madamientos. Se nos mantuvo agrupados
alrededor de la palabra
El haber podido vivir todas estas
circunstancias que han rodeado a la vida del mundo y de la iglesia en estos dos
siglos en este tiempo tan plagado de acontecimientos resplandecientes
El regalo del perdón
de cada uno cuando fallamos y pudimos encontrarnos con la misericordia de Dios
El Cuerpo y Sangre de
Cristo ofrecido en comunión con su
comunidad. El Jesùs que se comparte
Y toda la infinidad de bienes
particulares que cada uno ha
recibido a lo largo y ancho de su vida privada
¿ Y què decir de la vida eterna?¿Del abrazo eterno que siempre hemos anhelado?¿Del
cara a cara con nuestro amado?
Haciendo el màs mínimo balance podemos
ver còmo a balanza se inclina hacia un ramillete rebosante
de regalos generosos. Algunos los hemos aprovechado, otros
no, pero allì han estado borboteando al lado de nosotros
No vamos a tener un Dios con una caja
registradora tomàndonos cuenta, pero nuestra conciencia en este momento nos
debe hacer sentir un profundísimo agradecimiento hacia
ese Dios tan magnánimo
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