Lunes 12 octubre

 

Lucas 11,29-32
"A esta generación no se le dará más signo que el signo de Jonás"

En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles: "Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación. Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás."

 

Jesús se queja de la indolencia de esa generación. Se ha prodigado en milagros, en enseñanzas, en gestos de toda clase y ellos permanecen escépticos

Nuestra generación actual es un generación muy religiosa. Abundan las señales de una religiosidad  muy compartida

 

Pero hay una señal inquietante: esta generación gusta de una religiosidad que satisfaga sus necesidades pero no funciona con la misa avidez cuando se trata de hacer la voluntad de Dios

 

Basta con ver cómo aún los países más religiosos están plagados de conflictos, guerras, injusticias

 

 Nos hace recordar aquel ejemplo que ponía Jesús cuando hablaba de los que dicen “Señor, Señor”, pero se niegan a cumplir su palabra

 

El seguimiento de Jesús, su imitación es algo más exigente. Nos lleva hacia el amor a Dios y al prójimo en exceso

 

No es eso lo que vemos en esa religiosidad tan abundante que nos rodea

 

De manera que sí estamos necesitados de conversión. Convertirnos  en seguidores del Jesús de carne y huesos que vino  nosotros para que tuviéramos un modelo de seguimiento

 

Por eso hoy como siempre se impone la oración urgente: Ven , Señor Jesús