Jueves 8 octubre
Lucas 11,5-13
"Pedid y se os dará"
"Pedid y se os dará"
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos: "Si alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la
medianoche para decirle: "Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis
amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle." Y, desde dentro,
el otro le responde: "No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y
yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos." Si el otro
insiste llamando, yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo
suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. Pues
así os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os
abrirá; porque quien pide recibe, quien busca halla, y al que llama se le abre.
¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O
si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un
escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a
vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a
los que se lo piden?"
Es el mismo Jesùs el que nos estimula
para que pidamos. No es un predicador devoto. Es el mismisimo
Jesùs.Ya en otras ocasiones hemos explicado el
sentido de la raciòn de petición
Ahora tratemos de profundizar en la
insistencia de Jesús que aparece también en otros evangelio (Mateo 7,7)y
confrontémosla con nuestras experiencias
que algunas veces ponen en conflicto
estas afirmaciones
Nuestra resistencia
a pedir puede tener su origen en experiencias pasadas en las que quizá hemos pedido
y no se nos ha dado lo que pediamos
Puede tener origen en experiencias actuales
en las que estamos pidiendo y no se nos da lo que pedimos
Ambos casos son de difícil
explicación. Lo que normalmente decimos es que
quizá la voluntad de Dios que busca lo mejor para nosotros, quizá no coincide
con lo que estamos pidiendo
También podriamos decir que nuestra
petición no va acompañada por la fe suficiente
o incluso podríamos decir que quizá no estamos poniendo la parte que nos
corresponde poner a nosotros y estamos exigiéndole
todo a Dios.
Todo lo que digamos en este sentido
se queda en el lugar de las elucubraciones piadosas
la mejor oración sigue siendo aquella en la que nos fiamos
en su santísima voluntad y confiamos en que suceda lo que él realmente quiera
para nosotros
Esa oración nos llena
de la paz suficiente como para esperar
confiados en su amor
La oración de petición es también un misterio
de la fe como es un misterio todo lo que nos
relaciona con Dios .En esto también funciona esto de
lanzarnos a ese vacío donde sospechamos por muchas “razones” que hay unos
brazos esperándonos
Pidamos con confianza,
y esperemos con confianza
él es el que nos alienta a pedir.
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