Martes 13 Octubre

 

Lucas 11,37-41
""Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro rebosáis de robos y maldades. "

 

En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer a su casa. Él entró y se puso a la mesa. Como en fariseo se sorprendió al ver que no se lavaba las manos antes de comer, el Señor le dijo: "Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro rebosáis de robos y maldades. ¡Necios! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro? Dad limosna de lo de dentro, y lo tendréis limpio todo."

 

El Señor nos pone alertas ante las actitudes de los fariseos. En otro momento nos había dicho “guárdense de la justicia de los fariseos”(Mateo 5,20)

 

Siempre hemos dicho aquí que el fariseísmo no es cosa del pasado. Hemos dicho que el fariseísmo es la tentación casi inevitable de todo ser religioso

 

Por eso es tan importante que estemos permanentemente atentos. ¿ Y en qué consiste?

 

Consiste principalmente en una soberbia espiritual que nos hace creer que ya estamos salvados por nuestros propios méritos y que practicamente no necesitamos del  auxilio de Dios

 

El fariseo piensa que con la repetición de unas prácticas ya tiene asegurada la salvación

 

Esas pràcticas normalmente son externas de manera que por dentro hay un descuido de la sinceridad y la santidad interior

 

Todo esto hace que el fariseo se comporte de una manera hipócrita.

 

Todos tenemos algo de fariseo en nuestra experiencia religiosa, pero debemos intentar que nuestro progreso espiritual vaya hacia la sinceridad y la humildad delante de nuestro Dios y delante de los demás

Nuestras prácticas externas no son negativas, pero no nos aseguran la salvación.Esta viene de Dios gratuitamente

 

Además no debemos hacerlas para aparentar ningún tipo de santidad ante los demás

 

Y aceptemos la invitación que nos hace el Señor de dar limosna desde dentro y así todo por dentro quedará limpio.