Miércoles 14 octubre
Lucas 11,42-46
"¡Ay de vosotros también, maestros de la Ley que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo!"
"¡Ay de vosotros también, maestros de la Ley que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo!"
En aquel tiempo, dijo el Señor: "¡Ay de vosotros, fariseos, que
pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de legumbres,
mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios! Esto habría que
practicar, sin descuidar aquello. ¡Ay de vosotros, fariseos, que os encantan
los asientos de honor en las sinagogas y las reverencias por la calle! ¡Ay de
vosotros, que sois como tumbas sin señal, que la gente pisa sin saberlo!"
Un maestro de la Ley intervino y le dijo: "Maestro, diciendo eso nos
ofendes también a nosotros." Jesús replicó: "¡Ay de vosotros también,
maestros de la Ley que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras
vosotros no las tocáis ni con un dedo!"
El pontificado de Francisco tiene un sello y es el sello de
la misericordia
Qué bello sello. Porque si de algo tiene necesidad este mundo
nuestro es de misericordia
Si hubiera misericordia no estaría medio mundo en guerra, ni
estarían miles de personas muriendo en las playa de los países de Europa
Ni habría millardos de niños abandonados a su suerte ni
millardos de madres abandonadas
Ni nuestras cárceles fueran tan infernales, ni nuestras
escuelas tan poco inspiradoras, ni nuestros hospitales tan crueles
Ni nuestras iglesias tan inhóspitas
Ni nuestras casas
tan herméticas. Ni nuestras mesas tan impenetrables
Ni nuestros corazones tan pedregosos.Ni nuestras lenguas
tan maledicientes. Ni nuestras manos tan cerradas.Ni nuestra mirada tan
acusadora
Pero hay alguien que puede cambiar todo ese universo tan inmisericorde
La mirada misericordiosa de Jesús. Démosle
un chance a Jesús
Prestémosle nuestro
corazón para que desde allí reparta su misericordia al mundo
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