Domingo 18 octubre
Marcos 10, 35-45
"El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar "
"El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar "
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos del Zebedeo, Santiago y
Juan, y le dijeron: "Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a
pedir." Les preguntó:- "¿Qué queréis que haga por vosotros?"
Contestaron: "Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a
tu izquierda." Jesús replico: "No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces
de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que
yo me voy a bautizar?" Contestaron /: "Lo somos" "Jesús les
dijo: "El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el
bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi
izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado." Los otros diez,
al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús, reuniendolos, les
dijo: "Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los
tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera
ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de
todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para
servir y dar su vida en rescate por todos."
El Señor no nos oculta la suerte que
nos toca como seguidores de
su evangelio
No nos promete en
esta vida baños de rosas
El seguidor de Jesùs asume
la suerte de su modelo que soportò persecuciones , incomprenciones y muerte
San Ignacio no invita a seguir a Jesùs
pobre y humillado por amor a ese mismo Jesùs
Si èl padeció todas esas cosas un
discípulo que lo ama no puede desear otra suerte
Pero no es porque el discípulo se lo
busque sino porque mundo tiene su propia programación según la cual nosotros
sobramos, somos inoportunos
Frente a la avaricia proclamamos generosidad.
Frente a la soberbia proclamamos la humildad, frente al egoísmo
la solidaridad,
frente a la guerra la paz,
frente a la globalización de la indiferencia proclamamos la defensa de los desechados, frente
a la corrupción la honestidad
Si esta es nuestra propuesta vamos a
resultar inoportunos y contracorrientes.¿Pero
es que hay otra manera de salvar al mundo?
Lo que tenemos que examinar seriamente
es la fuerza con la que mantenemos ese lenguaje. Si no
despertamos rechazo es porque no estamos siendo esa
contracorriente que el mundo necesita
Y tenemos que hacer es proclamación desde
el mismo evangelio, no desde ningún partido político ni
desde ninguna otra instancia para que no se nos confunda como oportunistas
Pero tenemos que hacer nuestra propuesta
con la valentía con la que la hizo Jesùs que le costò la vida
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