VIERNES 24 JULIO
Mateo 13,18-23
"El que escucha la palabra y la entiende, ése dará fruto"
"El que escucha la palabra y la entiende, ése dará fruto"
En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Ustedes oyen lo que significa la
parábola del sembrador: Si uno escucha la palabra del reino sin entenderla,
viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto significa lo sembrado
al borde del camino. Lo sembrado en terreno pedregoso significa el que la escucha
y la acepta en seguida con alegría; pero no tiene raíces, es inconstante, y, en
cuanto viene una dificultad o persecución por la palabra, sucumbe. Lo sembrado
entre zarzas significa el que escucha la palabra; pero los afanes de la vida y
la seducción de las riquezas la ahogan y se queda estéril. Lo sembrado en
tierra buena significa el que escucha la palabra y la entiende; ése dará fruto
y producirá ciento o sesenta o treinta por uno."
Estamos llamados a escuchar la
palabra, entenderla y dar mucho fruto
A qué fruto se refiere el Señor
cuando dice que entenderemos y daremos fruto
El fruto más grande que podemos dar es
todo aquello que procede del amor. San Agustín un día dijo “Ama y haz lo que quieras”
A primera oída parece que nos
estuvieran invitando a un libertinaje total al decirnos “Ama
y haz lo que quieras”, pero apenas comienza uno a dejarse moldear por el amor
las veinticuatro horas del día y los trescientos sesenta y cinco días del año,
se da cuenta que la cosa es bastante exigente
Amar por un rato o amar a ciertas
y determinadas personas, no es difícil. Pero amar siempre y amar a todos, requiere de
toda una disposición interior con mucha fortaleza
Solo Dios puede darnos esa
fortaleza y solo un corazón humilde puede arrodillarse ante el Señor para
decirle con sinceridad: Señor, enséñame a amar
El Señor no nos pide más de lo que
podemos dar, pero a base de irnos educando poco a poco a responder a todo con
amor y a pedir con humildad ese don, irá dándose en nosotros ese
milagro y nos iremos sorprendiendo con nosotros mismos al
percibirnos cada vez más inundados por el amor
Ese amor unas veces se expresará en ternura,
otras en compasión, otras en corrección, otras en sereno desacuerdo,
pero siempre estará activado por un deseo de contribuir a la felicidad del otro de la manera en que ese otro lo necesite
Lo mejor de todo es que con ese amor incondicional, viene atada
la felicidad y la paz que de otra manera no nos hubieran llegado jamás
Vale la pena ¿verdad?
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