FE Y RELIGIÓN

 

Mateo 7:21-23 ²¹ No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. ²² Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros^[a]?” ²³ Y entonces les declararé: “Jamás los conocí; apartense de mi, los que practican la iniquidad.”

 

Estas  expresiones de Jesùs nos pueden iluminar algo en lo concerniente a un seguimiento de Jesùs desde lo que llamamos la religión y desde lo que llamamos la fe.

 

Las personas a las que se está refiriendo Jesús son personas que han cultivado un seguimiento  a Jesús nada despreciable: han profetizado, han echado fuera demonios, han hecho incluso milagros…y sobre todo han invocado a Jesús como Señor, o sea como Dios. De modo que no han estado unidos a Jesús de una forma superficial

 

Sin embargo se ve que se han quedado en una praxis  que no ha incluido lo más importante y definitivo del seguimiento de Jesús que no es otra cosa que el abandonarse definitiva e incondicionalmente en la voluntad de su Padre

 

Podríamos preguntarnos si todas esas prácticas que ellos realizaron no se corresponden ya con el cumplimiento de la voluntad de Dios. Pero por lo que se ve no es así. De modo que se puede llevar una práctica religiosa incluso exigente y sin embargo estar alejados del centro verdadero

Es lo que podríamos llamar. “un intento de acercamiento a Dios con una perspectiva de la práxis religiosa y no de la fe.

 

Y todavía podríamos  aventurarnos a preguntar qué sería exactamente eso de cumplir la voluntad  de Dios. ¿ Cómo 

encontrar  esa voluntad ?  

 

Una cosa es cierta: La voluntad de Dios  no es un secreto que estuviera bien guardado cuya búsqueda pudiera parecerse a la búsqueda de un tesoro escondido. Nada de escondido. Nada de secreto. Pero de esto hablaremos más adelante. Por ahora nos basta con cerrar los ojos y decir: Muéstrame, Señor tu voluntad y ayúdame a convertirla el centro de mi vida.