MARTES 7 JULIO
EL PAPA FRANCISCO ESTÁ EN NUESTRA AMERICA
LATINA
MARCOS 1, 16-20
16.Mientras Jesús pasaba por la orilla del
mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés que echaban las redes en el
mar, pues eran pescadores.
17.Jesús les dijo: «Síganme y yo los haré
pescadores de hombres.»
18.Y de inmediato dejaron sus redes y le
siguieron.
19.Un poco más allá Jesús vio a Santiago,
hijo de Zebedeo, con su hermano Juan, que estaban en su barca arreglando las
redes.
20.Jesús también los llamó, y ellos, dejando
a su padre Zebedeo en la barca con los ayudantes, lo siguieron.
Como
todas las palabras y gestos de Jesús, estas palabras y gestos están llenas de
una significación que trascienden la crasa literalidad
Muy lejos tendría que estar Jesùs de
querer convertir a sus discípulos en “cazadores” de hombres en el
sentido de hacerlos manipuladores de voluntades y de existencias humanas
como algunas veces se intenta en esas “predicaciones” tan efectistas infinitamente lejanas al estilo de Jesús
Tambièn estaba Jesùs , el promotor del
amor a los otros, lejos de estimular un abandono seco y
cruel de nuestros padres tal y como se ha promovido en
experiencias como la vida religiosa o sacerdotal
Pero sí que estaba bien claro Jesùs sobre la contundencia de su llamado: No se valen respuestas
tibias ni concesiones a la ambigüedad
El seguimiento de Jesús se da en el
contexto de disyuntivas. En el contexto
opciones muchas veces excluyentes. Optar por una significa automáticamente desarticular la otra.
Ya nos dice Jesús en otra ocasión:
“No se puede servir a dos señores”, “ Si tu mano te aleja del reino de los
cielos, córtatela”. “Fuego he venido a traer a la tierra…dos estarán contra
tres y tres contra dos”.”El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es
digno de mì”…Y tantas otras
expresiones radicales de Jesús
Con Jesùs no valen las negociaciones,
porque aquello por lo que se opta no es un algo impersonal y separable, sino por un Alguien que actùa desde el amor
Y la ley del
amor (si es que tiene ley…!), es el exceso
Sin exceso el intercambio interpersonal se reduce a intercambio calculado, a “toma y dame”, a “doy para que no
tengas más remedio que darme”
Así no funcionan
las cosas con Dios tal y como
las vemos funcionar en la vida de Jesús
Por eso ante las invitaciones
sutiles y más explícitas que en lo más recóndito de nuestro corazón , nos hace
Jesús, nuestra respuesta debe ser “habla , Señor, que
tu siervo escucha” o por lo menos aquella de “Señor, fe, sí tengo, pero dame lo que me falta”
No hay comentarios:
Publicar un comentario