Viernes 8 Mayo
Juan 15,12-17
"Esto les mando: que se amen unos a otros"
"Esto les mando: que se amen unos a otros"
En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Éste es mi mandamiento: que se amen
unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la
vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya
no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a ustedes los
llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre se lo he dado a conocer. No
son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los he elegido y los he
destinado para que vayan y den fruto, y su fruto dure. De modo que lo que pidan
al Padre en mi nombre se lo dé. Esto os mando: que se amen unos a otros."
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. ÁMENSE LOS UNOS A LOS OTROS, COMO
YO LOS HE AMADO. La
situación histórica de esta sección queda sugerida por el lugar paralelo del
amor al prójimo, evangelio según Jn 13:34.35, donde Cristo nos
dice: “Les doy un mandamiento nuevo, ámense los unos a
los otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes
los unos a los otros. En esto todos reconocerán que ustedes son
mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los
otros”. El amor mutuo que han de tenerse no es filantropía, ha de estar
calcado en el ejemplo de Él: que se amen como
El los ha amado. Precisamente por este modo es por lo
que antes llamo también a este precepto “un mandamiento nuevo”. Como ejemplo
que clarifique este amor suyo, pone lo que es prueba humana, esto es dar
la vida por los amigos.
2. USTEDES SON MIS AMIGOS SI HACEN LO QUE YO LES MANDO
Al
hablar de amigos, le lleva a llamar a sus apóstoles amigos. Ya que los servidores ignoran lo que hace su
señor. El Antiguo Testamento tenía más aspecto de servidumbre. Sin embargo los
amigos conocen sus
intimidades. Y El les revelo el gran secreto y mensaje del Padre, es decir el Evangelio, las intimidades
de Dios. Pero la verdadera amistad exige obras. Así como nos dice: Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Como amigos de
Cristo son predilectos. Y esto evoca la elección que hizo de ellos para el
apostolado, como lo indica el término lingüístico según san Juan (Jn 13:18),
donde les dice: “no hablo de todos ustedes, yo se a quién he escogido”.
Directamente se refiere no a la predestinación, sino a la elección, vocación, al
apostolado, que les hizo al llamarlos a cada uno en su día, san Juan 6, 70: ¿No
les elegí yo a los doce?, y de este modo no piensen que este privilegio fue
algo que salió de ellos.
3. NO SON USTEDES LOS QUE ME ELIGIERON
A MÍ, SINO YO EL QUE LOS ELEGÍ A
USTEDES
Nos dice Jesús: No son ustedes
los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes. Tenemos
que comprender, que no le hacemos un favor a Jesús acatando
su llamada, El nos esta haciendo a nosotros una ayuda, por tanto debemos
estar agradecidos del Señor, El nos llama a la santidad
en nuestras vidas, entonces no es suficiente alborozarse por este llamado, es
necesario comprender cual es la razón y el fin de esta elección, así como
nos lo dice Jesús: Y los destiné para que vayan y den
fruto, y ese fruto sea duradero
4. LO QUE YO LES MANDO ES QUE SE AMEN LOS UNOS A LOS OTROS.
El Evangelio termina con una
exposición impactante: Lo que yo les
mando es que se amen los unos a los otros. Pero solo hay un precepto: el amor. Toda la voluntad de Cristo se
resume en esta palabra, amor, amar, de este modo y solo así se cumple la voluntad de Dios y la
misma voluntad del Hijo, que no es otra que la voluntad del Padre. Amar es entregarse, es darse, es saber que
podemos hacer nosotros por nuestro amado Jesucristo que vive en nuestro prójimo, y entregarnos
a nuestro prójimo como Cristo se entrego por todos nosotros. Así como nos pide
Jesús, ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado. El Señor les Bendiga y les regale
su amor.
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