miércoles, 6 de mayo de 2015


Jueves 7 Mayo
Como el Padre me amó, así también los he amado yo: Permanezcan en ...

Juan 15,9-11
" Como el Padre me ha amado, así les he amado yo "

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Como el Padre me ha amado, así les he amado yo; permanezcan en mi amor. Si guardan mis mandamientos, permanecerán en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he hablado de esto para que mi alegría esté en ustedes, y su alegría llegue a plenitud."

 Le dijiste alguna vez Te amo a tus padres?-te-amo-papa.jpg

Toda la vida terrena de Jesús fue una manifestación del reconocimiento de Dios como un Padre amoroso, misericordioso, compasivo, bondadoso, completamente distinto de la imagen lejana y regañona que suelen presentar quienes conciben la relación del Creador con sus criaturas como la de un amo que oprime a sus esclavos.

 

 

En Jesús se manifiesta la cercanía de Dios como amigo, sin exclusiones ni discriminaciones. La explicación que Él da de esta forma de querer relacionarse con nosotros nos remite a la comunicación que se da entre los amigos

 ... Padre, me amaríais a mí, porque yo he salido y vengo de Dios; no he

 

San Ignacio de Loyola escribió en sus Ejercicios Espirituales que “el amor consiste en la comunicación de las dos partes”, es decir, en dar y comunicar el uno al otro lo que tiene, sin reservarse nada, superando completamente cualquier forma de egoísmo

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Jesús, les habla a sus apóstoles  de su amor hacia ellos para que fructifiquen unidos a El, pues los ama al modo sobrenatural, como el Padre le ama a El. Unidos a El y amados por El no necesitan, para dar “mucho fruto,” más que “permanecer en El.” Y la prueba de esta permanencia son las obras. Porque no todo el que diga Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad del Padre (Mt 7:21).

 PRESENCIA Y SERVICIO DONDE DIOS ASÍ LO QUIERA

 Por lo general definimos el amor como aquel sentimiento de afecto, cariño, solidaridad que una persona siente hacia otra y que se manifiesta generalmente en desear su compañía, alegrarse con lo que se considera bueno para ella y sufrir con lo que se considera malo. Le decimos amor, a nuestra persona amada, decimos que se hace con amor, cuando se hace algo con esmero, con mucho cuidado, cuando deseamos hacer algo con mucho gusto, decimos que lo hacemos de mil amores, cuando somos generosos en hacer algo y lo hacemos de forma gratuita, decimos que lo hacemos por amor al arte, y cuando pedimos algo con humildad y caridad decimos por amor a Dios.

 Por Amal desde Chile

Esta declaración de Jesús al comparar el amor que El nos tiene con el amor que su Padre le tiene hace como eco de la íntima confidencia que Jesús nos hizo el Jueves Santo: «Como el Padre me amó, yo también los he amado a ustedes» (Jn 15,9). El amor del Padre al Hijo es inmenso, tierno, entrañable. Lo leemos en el libro de los Proverbios, cuando afirma que, mucho antes de comenzar las obras, «yo estaba allí, como arquitecto, y era yo todos los días su delicia, jugando en su presencia en todo tiempo» (Prov 8,30). Así nos ama a nosotros y, anunciándolo proféticamente en el mismo libro, añade que «jugando por el orbe de su tierra, mis delicias están con los hijos de los hombres» (Prov 8,31).

 

 El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama

 

El Padre ama al Hijo, y Jesús no deja de decírnoslo: «El que me ha enviado está conmigo: no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada a Él» (Jn 8,29). El Padre lo ha proclamado bien alto en el Jordán, cuando escuchamos: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me he complacido» (Mc 1,11) y, más tarde, en el Tabor: «Éste es mi Hijo amado, escuchadle» (Mc 9,7).

HAZ LO QUE PUEDAS PARA CONQUISTAR EL CORAZÓN DE DIOS! 

 

 

Jesús ha respondido, «Abbá», ¡papá! Ahora nos revela, «como el Padre me amó, yo también los he amado a udtedes». Y, ¿qué haremos nosotros? Pues mantenernos en su amor, observar sus mandamientos, amar la Voluntad del Padre. ¿No es éste el ejemplo que Él nos da?: «Yo hago siempre lo que le agrada a Él».
Reflexiones - Pertenecer al Club
 

 

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