Domingo 10 Mayo
Juan 15,9-17
"Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos"
"Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos"
En aquel tiempo,
dijo Jesús a sus discípulos: "Como el Padre me ha amado, así los he amado
yo; permanezcan en mi amor. Si guardan mis mandamientos, permanecerán en mi
amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en
su amor. Les he hablado de esto para que mi alegría esté en ustedes, y su
alegría llegue a plenitud. Éste es mi mandamiento: que se amen unos a otros
como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus
amigos. Ustedes sois mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo
siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a ustedes los llamo
amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre se lo he dado a conocer. No son
ustedes los que me han elegido, soy yo quien los he elegido y los he destinado
para que vayan y den fruto, y su fruto dure. De modo que lo que pidan al Padre
en mi nombre se lo dé. Esto les mando: que se amen unos a otros."
No creó Dios la vida
para que fueras a guardarla en una habitación.
Si la vida existe es para derrocharla a manos llenas.
No creó Dios la vida
para que fueras a esconderla en tu corazón,
existe para que exista yo mismo,
si lo hago brotar en tí.
para que fueras a guardarla en una habitación.
Si la vida existe es para derrocharla a manos llenas.
No creó Dios la vida
para que fueras a esconderla en tu corazón,
existe para que exista yo mismo,
si lo hago brotar en tí.
porque el amor está
en deshacer mi vida por los demás.
fundiéndola en el mar,
pues sé que es así.
para entregarlo todo he de negarme a mí
y así ganar la vida
que tiene para mí.
dejar mi oscuridad, seguir tu luz;
vivir, resucitar en tí.
en deshacer mi vida por los demás.
fundiéndola en el mar,
pues sé que es así.
para entregarlo todo he de negarme a mí
y así ganar la vida
que tiene para mí.
dejar mi oscuridad, seguir tu luz;
vivir, resucitar en tí.
No se humilló Dios
al nacer en el más grande suburbio,
sólo porque sí, si se acercó a mí,
fue para hacerme uno con Él, uno con Él.
No se dejó clavar Jesús
en dos trozos de madera a causa de nada.
El entró en mi ser, para darme la vida,
que yo te daré, que yo te daré.
al nacer en el más grande suburbio,
sólo porque sí, si se acercó a mí,
fue para hacerme uno con Él, uno con Él.
No se dejó clavar Jesús
en dos trozos de madera a causa de nada.
El entró en mi ser, para darme la vida,
que yo te daré, que yo te daré.
REFLEXIONES DEL PAPA FRANCISCO
¿Qué implica esto? No es solamente una simple frase piadosa
que se escucha cada domingo desde los púlpitos de las iglesias. Es el
compromiso de todo cristiano.
Implica salir de nuestro pequeño mundo, llámese trabajo, estudios, cosas
personales, placeres, gustos, para fijarnos en las necesidades de nuestro prójimo.
¿Y
quién es nuestro prójimo? Es el trabajador enfermo de nuestra
compañía, es la humilde muchacha que hace la limpieza de la casa todos los
días, es el cocinero que prepara nuestra comida, es la viejecita sentada fuera
de la Iglesia que lo único que tiene para taparse del frío de la noche es su
roído chal, son nuestros familiares y demás personas con quien tratamos.
Y Cristo nos llama a amarlos
desinteresadamente, no para ser vistos por las personas
que nos rodean y que digan "Ah, qué bueno es fulano o fulana..." sino
para cumplir con nuestro deber aquí en la tierra. ¿Y qué es amarlos? Es
ayudarles en sus necesidades básicas, darles educación, casa, alimento, vestido,
paciencia, cariño, comprensión.
Recordemos que al final de nuestra vida lo único que contará será lo que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos los hombres.
Recordemos que al final de nuestra vida lo único que contará será lo que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos los hombres.
Propósito
Dar prioridad a mi amistad con Cristo para, con su gracia, poder vivir para los demás.
Diálogo con Cristo
Señor, ayúdame siempre a conocerte mejor. Ayúdame a estar cada vez más unido a tu voluntad. Ayúdame a vivir mi vida, no para mí mismo, sino junto a Ti, para los otros. Ayúdame a ser cada vez más tu amigo, al pensar como Tú, al hablar como Tú y, sobre todo, al amar como Tú.
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