Miércoles
9 septiembre
Lucas 6,20-26
"Dichosos los pobres; ¡ay de ustedes, los ricos!"
"Dichosos los pobres; ¡ay de ustedes, los ricos!"
En aquel tiempo, Jesús, levantando
los ojos hacia sus discípulos, les dijo: "Dichosos los pobres, porque de
ustedes es el reino de Dios. Dichosos los que ahora tienen hambre, porque
quedarán saciados. Dichosos los que ahora lloran, porque reirán. Dichosos
ustedes, cuando los odien los hombres, y los excluyan, y los insulten, y
proscriban su nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alégrense ese
día y salten de gozo, porque su recompensa será grande en el cielo. Eso es lo
que hacían sus padres con los profetas. Pero, ¡ay de ustedes, los ricos!,
porque ya tienen su consuelo. ¡Ay de ustedes, los que ahora están saciados!,
porque tendrán hambre. ¡Ay de los que ahora rían!, porque harán duelo y
llorarán. ¡Ay si todo el mundo habla bien de ustedes! Eso es lo que hacían los
padres de ustedes con los falsos profetas."
Jesús en este Sermón de Monte hace una total revolución de la realidad tal y como nosotros la
concebimos
Las cosas no son como nosotros las vemos: a los que
nosotros percibimos como desgraciados, es agraciado no solo por el futuro que le espera
sino incluso ahora mismo
Jesús no hace un elogio de todas esas condiciones negativas sino que presenta a los
que padecen todas esas desgracias como los ciudadanos de la realidad que él preconiza
Jesús se solidariza absolutamente con los que padecen esas suertes
Si antes se consideraba a los que padecen esas suertes como
desgraciados y malditos de Dios, ahora se presentan como bendecidos y dueños de un futuro privilegiado
Y los que disfrutan de las ventajas contrarias no pueden
considerarse como dueños de la suerte y de esas gracias:su suerte cambiará
La mejor interpretación que yo siento que se le debe dar a
todas estas bienaventuranzas y malaventuranzas tiene que ver con la forma como Jesús
opta por todos esos desgraciados
Jesús ha echado su suerte por ellos
¿ Y nosotros qué?¿Los que queremos ser seguidores a
ultranza de Jesús, qué? Pues nos toca, a ejemplo de Jesús optar radicalmente por los que padecen esas
desgracias
Optar por ellos, a ejemplo de Jesús, para aliviar todas esas desgracias como lo intentó Jesús
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