Martes 22 septiembre
Lucas 8,19-21
"Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la palabra de Dios y la ponen por obra"
"Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la palabra de Dios y la ponen por obra"
En aquel tiempo, vinieron a ver a Jesús su madre y
sus hermanos, pero con el gentío no lograban llegar hasta él. Entonces lo avisaron:
"Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte." Él les
contestó: "Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la palabra
de Dios y la ponen por obra."
Ya hemos comentado cómo esta reacción de Jesùs parece ligeramente despectiva
con
respecto a Marìa y sus familiares
No vamos a negar que algo de dureza hay en la
reacción. La vida de los grandes personajes no està exenta de esas actitudes
con las que se quiere acentuar algo.
Efectivamente Jesùs quiere enfatizar una realidad: con la llegada de
Jesùs nace una nueva relación entre los seres humanos involucrados en el
seguimiento de Jesùs. Ya la familia no tiene tanto que ver con vínculos de sangre sino con vínculos de fe.
El seguimiento de Jesùs crea un prioridad de la palabra de Dios, de la búsqueda del Reino que no es superada por
la consanguinidad
Para “quedar bien” podríamos agregar que Marìa por
su vinculación y obediencia a la palabra ya pertenece a la
nueva familia de Jesùs. Pero es la sumisión a la palabra y no el haber tenido
en su seno al Verbo
Nosotros salimos muy
beneficiados con esa afirmación de Jesùs.
Nuestra sumisión a la palabra nos
convierte en familia de Dios. Esa es la
razón de nuestra familiaridadcondiòs
Por todos lados nos
persigue esa opción que Jesùs ha hecho por
nosotros, por vincularse a nosotros. Nos
queda solo aceptar ese regalo de
Jesùs.
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