Martes 8 septiembre
Juan
16,5-11
"Si no me voy, no vendrá a ustedes el Defensor"
"Si no me voy, no vendrá a ustedes el Defensor"
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos: "Ahora me voy al que me envió, y ninguno de ustedes me
pregunta: "¿Adónde vas?" Sino que, por haberles dicho esto, la
tristeza les ha llenado el corazón. Sin embargo, lo que les digo es la verdad:
les conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a ustedes el
Defensor. En cambio, si me voy, se lo enviaré. Y cuando venga, dejará convicto
al mundo con la prueba de un pecado, de una justicia, de una condena. De un
pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me
veran; de una condena, porque el Príncipe de este mundo está condenado."
Jesus nos habla aquí claramente del
Espíritu Santo y de su función para nosotros
Se habla poco del Espíritu y sin
embargo el papel del Espíritu en nuestra experiencia espiritual es de primer
orden
Vamos a adentrarnos en algunas
de las funciones que las Sagradas Escrituras le asignan al Espíritu Santo
En la Biblia, la
palabra “espíritu” corresponde a los términos rúaj (en hebreo) y pnéuma (en griego),
viento (en español) En la mayoría de los casos, estos términos se refieren
al poder de Dios en acción (Génesis 1:2).
Sin embargo, también se usan en los siguientes sentidos:
Todos estos significados tienen algo en común:
se refieren a cosas que son invisibles a la vista humana pero que producen
efectos visibles. El espíritu de Dios, “a semejanza del viento, es
invisible, inmaterial y poderoso”.
En la Biblia se asemeja el espíritu santo a las “manos” o los “dedos” de Dios (Salmo 8:3; 19:1; Lucas 11:20; compare con Mateo 12:28). Tal como un artesano usa la fuerza de sus manos y sus
dedos para hacer su trabajo
Dios como espíritu se comporta de las siguientes maneras:
·
Para que sus siervos de la antigüedad
pudieran hacer milagros y predicar (Lucas 4:18; Hechos 1:8; 1 Corintios 12:4-11).
·
Para hacer que las personas que le obedecen
demuestren buenas cualidades que son frutos del Espíritu(Gálatas 5:22, 23).
El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice esto
del Espíritu Santo lo más importante que debemos creer sobre él:
683 "Nadie
puede decir: "¡Jesús es Señor!" sino por influjo del Espíritu
Santo" (1 Co 12, 3). "Dios ha enviado a nuestros corazones el
Espíritu de su Hijo que clama ¡Abbá, Padre!" (Ga 4, 6). Este
conocimiento de fe no es posible sino en el Espíritu Santo. Para entrar en
contacto con Cristo, es necesario primeramente haber sido atraído por el
Espíritu Santo. Él es quien nos precede y despierta en nosotros la fe. Mediante
el Bautismo, primer sacramento de la fe, la vida, que tiene su fuente en el
Padre y se nos ofrece por el Hijo, se nos comunica íntima y personalmente por
el Espíritu Santo en la Iglesia
Verdaderamente
que todas esas funciones colocan al Espíritu en un sitial único en
nuestra experiencia espiritual. Solo nos queda decir:VEN , ESPÍRITU SANTO
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