Jueves
3 septiembre
Lucas
5,1-11
"Dejándolo todo, lo siguieron"
"Dejándolo todo, lo siguieron"
En aquel tiempo, la gente se agolpaba
alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios, estando él a orillas del lago
de Genesaret. Vio dos barcas que estaban junto a la orilla; los pescadores habían
desembarcado y estaban lavando las redes. Subió a una de las barcas, la de
Simón, y le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado,
enseñaba a la gente. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: "Rema mar
adentro, y echad las redes para pescar." Simón contestó: "Maestro,
nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, por tu
palabra, echaré las redes." Y, puestos a la obra, hicieron una redada de
peces tan grande que reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra
barca, para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las
dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies
de Jesús diciendo: "Apártate de mí, Señor, que soy un pecador." Y es
que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la
redada de peces que habían cogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan,
hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: "No
temas; desde ahora serás pescador de hombres." Ellos sacaron las barcas a
tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
Un párrafo para ser contemplado paso a paso. Hagamos una contemplación. Situémosnos en el lugar de los hechos
Jesús está hablando a la gente en la orilla del lago
Oímos con los oídos de la imaginación sus
palabras
Luego Jesús pide a Pedro que se aleje un poco de la orilla
y sigue
enseñando
Después le pide a Pedro que se vaya mar a dentro y que eche
las redes
Pedro le informa que no han podido pescar nada durante toda
la noche, pero que en su nombre echará las redes
Vemos con los ojos de la imaginación todo lo que sucede. Aquella barca
empieza a ser movida por la red que se va rebosando de peces
Vemos cómo llaman a los de la otra barca que
vienen a ayudar
Luego vemos el gesto de Pedro tan impresionado por el poder de Jesús
Oímos sus palabras
Y asistimos llenos de humildad a ese momento en el
que Jesús les convierte en “pescadores de hombres”
Y los vemos “dejándolo todo” para seguir a Jesús
Jesús aprovecha ese momento en el que tienen muchos
peces para pedirles que lo dejen todo. No es un
momento de fracaso sino de abundancia
Miro extasiado ese momento de desprendimiento y de
gozo en el que dejan sus pertenencias y “lo
siguen”
Trato yo también de realizar ese gesto de desprendimiento para vivir ese “dejarlo todo y
seguirlo”
Qué cosas dejo.
Qué siento
al verme caminando con él
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