Lunes 4
Enero
Mateo
4:12-17, 23-25
12 Cuando oyó que Juan había sido entregado, se retiró a Galilea.
13 Y dejando Nazareth, vino a residir en Cafarnaúm junto al mar, en el término de Zabulón y Neftalí;
14 para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías:
15 ¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, allende el Jordán, Galilea de los gentiles!
16 El pueblo que habitaba en tinieblas ha visto una gran luz; a los que habitaban en paraje de sombras de muerte una luz les ha amanecido.
17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: «Convertíos, porque el Reino de los Cielos ha llegado.»
23 Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
24 Su fama llegó a toda Siria; y le trajeron todos los que se encontraban mal con enfermedades y sufrimientos diversos, endemoniados, lunáticos y paralíticos, y los curó.
25 Y le siguió una gran muchedumbre de Galilea, Decápolis, Jerusalén y Judea, y del otro lado del Jordán.
12 Cuando oyó que Juan había sido entregado, se retiró a Galilea.
13 Y dejando Nazareth, vino a residir en Cafarnaúm junto al mar, en el término de Zabulón y Neftalí;
14 para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías:
15 ¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, allende el Jordán, Galilea de los gentiles!
16 El pueblo que habitaba en tinieblas ha visto una gran luz; a los que habitaban en paraje de sombras de muerte una luz les ha amanecido.
17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: «Convertíos, porque el Reino de los Cielos ha llegado.»
23 Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
24 Su fama llegó a toda Siria; y le trajeron todos los que se encontraban mal con enfermedades y sufrimientos diversos, endemoniados, lunáticos y paralíticos, y los curó.
25 Y le siguió una gran muchedumbre de Galilea, Decápolis, Jerusalén y Judea, y del otro lado del Jordán.
Jesús está en pleno
apogeo de popularidad. Se recorre todos los pueblos y ciudades haciendo toda
clase de milagros
Pero su palabra insiste
en el anuncio del Reino que ya llegó y
en la invitación a la conversión
¿En qué podía consistir
la conversión que Jesús le pedía a aquella gente ?
¿En qué podría consistir
la invitación si nos la hiciera Jesús hoy a nosotros ?
No creo que sea para dejar
de hacer o empezar a hacer cosas puntuales, ni para ellos ni para nosotros
Para ellos como para
nosotros la invitación es para una revolución en nuestro corazón que no hiciera
despojarnos de esos afectos que desordenadamente nos apartan de Dios y
volverlos hacia Dios de una manera radical
A nivel de dónde tenemos
ubicada nuestra confianza sería, una vez que hemos hecho nuestro esfuerzo,
entregarnos a sus brazos absolutamente
Allí entra también nuestra
entrega a las necesidades del prójimo con absoluta generosidad
Todo esto no tenemos
porqué sentirlos como si fueran puntos de llegada. Son realidades que se van afirmando
nosotros.Lo importante es que esa sea la dirección que nos atrae sin
distracciones significativas
Terminemos la oración
recitando el “Toma, Señor y recibe”
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