Jueves 7 Enero

Lucas 4:14-22
¹⁴ Jesús volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu, y su fama se extendió por toda la región.
¹⁵ El iba enseñando en sus sinagogas, alabado por todos.
¹⁶ Vino a Nazareth, donde se había criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura.
¹⁷ Le entregaron el volumen del profeta Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito:
¹⁸ El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos
¹⁹ y proclamar un año de gracia del Señor.
²⁰ Enrollando el volumen lo devolvió al ministro, y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él.
²¹ Comenzó, pues, a decirles: «Esta Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy.»
²² Y todos daban testimonio de él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?»

 

Jesús hace una presentación solemne de su ministerio

 

Un ministerio hermoso en el que entra la liberación de los cautivos entre otras cosas

 

¿A qué cautivos viene Jesús a liberar? Por la totalidad de su ministerio se ve que no se refiere a una liberación política referida a la dominación romana.Esta liberación llegará a largo alcance

 

Pero hay una liberación inmediata que van a empezar a disfrutar sus mismos oyentes: se trata de le liberación del yugo de una religión esclavizante

 

Aquella religión ataba a sus adherentes a una ley inamovible y a unas costumbres inhumanas,sobre todo a los pobres y pecadores

 

Jesús entroniza como primer mandamiento el amor a Dios y al prójimo.Y relativiza todas las otras mediaciones

 

A esta distancia nos resulta fácil coincidir con Jesús en esa condena a aquella religión que había llegado a ese nivel de legalismo

 

Pero esa evolución que tuvo esa religión es la evolución normal al que avanzan todas las religiones

 

Tenemos que revisar nuestra religión a ver si hemos llegado a ese legulellismo que nos haga perder la perspectiva sobre cuáles son las prioridades que el Señor estableció

 

Una vez más y en la meditación de este pasaje tenemos que volvernos a convertir al mandamiento del amor a Dios y al prójimo, y todo lo demás relativizarlo