martes, 3 de junio de 2014



miércoles
 4 JUNIO       
EVANGELIO DE HOY

Evangelio: Juan 17,11b-19

“No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del mal”.

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo: "Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura.

Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que ellos mismos tengan mi alegría cumplida. Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo. Y por ellos me consagro yo, para que también se consagren ellos en la verdad."
 
¿ Y CUÁL ES ESE EL MAL DEL QUE QUIERE LIBERARNOS JESÚS?

VAMOS A INTENTAR UNA  REFLEXIÓN QUE NOS AYUDE A  COLABORAR CON LA LIBERACIÓN DEL MAL QUE QUIERE JESÚS PARA NOSOTROS
 
-         En la vida del ser humano eso que llamamos "el MAL", constituye una realidad lamentablemente  inevitable. Es algo que está en relación directa con esa cuota grande o pequeña de libertad de la que disfruta el  ser humano y es también el testimonio de su finitud y de nuestras limitaciones de conocimiento.



-          Pero esa realidad que llamamos MAL no tiene por qué ser algo ante lo que nos sintamos como fatalmente condicionados. Podemos cambiar. Jesús nos puede liberar.
                         
o   La ubicación de nuestra vinculación con el mal puede ser transformada en una experiencia de crecimiento humano-espiritual.
            
-          Para hacer posible esa experiencia es importante empezar por asumir que el "mal" es mal, porque "daña",”hace daño”, Y ASUMIR QUE NOSOTROS EN ALGUNOS MOMENTOS SOMOS “DAÑINOS”: producimos muerte, complejos, frustraciones,etc.

o    En el momento en el que nos reconocemos como cómplices de ese mal, que no es otra cosa que el daño que hacemos a los otros, debemos activar una estrategia personal que nos libere del mal que no es otra cosa que “convertirnos” en menos dañinos(as)
                                
o   Es una actitud de colaboración con la acción liberadora personal que Jesús quiere hacer en nosotros  

o   En esa “conversión” puede ser muy útil un trabajo de atención sobre nosotros mismos que nos ayude a identificar

·        1.   Las condiciones que  nos llevan a  deslizarnos  hacia la actuación dañina.

·        2. La forma como  procesamos posteriormente nuestras actuaciones cómplices.
 
-          Seis actitudes que pueden convertir  nuestra experiencia de complicidad con el mal en  una experiencia de salvación podrían ser estas:

§   Honestidad : Esto significa:

·        1.Ponerle a las cosas su verdadero nombre sin intentar camuflajearlas con otras denominaciones que no se correspondan  con las intenciones o con los efectos del daño en cuestión.

·        2.Asumir la cuota de propia responsabilidad que se tiene en el hecho.DECIRSE UNO A SÍ MISMO:SOY RESPONSABLE DE ESTE MAL.
 
§  Humildad : Esto significa:

·        Reconocer lo que esta experiencia aporta como testimonio de nuestra propia debilidad, la propia limitación y vulnerabilidad.  SOY DÉBIL.
 
§   Contricción: Esto significa:

·        Cultivar la experiencia del dolor por el daño causado. SENTIRSE AFECTADO POR EL DAÑO
 
§   Transparencia  :  Esto significa:

·        Prestarse a ser ayudado para la propia recuperación. Para eso se requiere un ejercicio de comunicación sincera. CONSEJERÍA ESPIRITUAL, SICOLÓGICA
 
§   Confianza: Esto significa:

·        La firme convicción de que el perdón y la reconciliación del Señor están siempre plenamente asegurados: SACRAMENTO DE RECONCILIACIÓN

·        El Señor está de nuestra parte para ayudarnos en esa “conversión”  Aquí entra la ORACIÓN.
 
§   Enmienda : Esto significa:

·        Ubicar los medios concretos que se van a activar para desarticular el proceso ME que llevó a la complicidad con el mal, con el daño.

·        Reparar los daños causados que se puedan reparar hacia dentro y hacia fuera de nosotros mismos.

 

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