BLOG JUEVES 5 JUNIO 2014

Evangelio: Juan 17,20-26
"Que sean completamente uno"

...Padre, éste es mi deseo: que los que me confiaste estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo. Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre, para que el amor que me tenías esté con ellos, como también yo   estoy con ellos."

familiaridad e intimidad van juntas

la experiencia cristiana no es una experiencia estrictamente religiosa según la cual el sujeto se coloca delante de Dios para ganarse su buena voluntad

 

la experiencia cristiana llama hacia el evento místico de la unidad con Jesús

san Ignacio invita a lo que él llama “conocimiento interno que es un conocimiento que no se logra por nuestras fuerzas sino que es el conocimiento que Jesús nos comunica sobre sí mismo

es conocerlo desde dentro

conocer a Jesús:en eso consiste la vida eterna que es la vida que ya hemos comenzado a vivir ( Juan 17,3 )

 

el gran peligro que puede entrañar la experiencia religiosa, a diferencia de la experiencia de fe , es que la experiencia religiosa mantiene a Dios, como un sujeto distinto y separable de nosotros

 

la fe te invita a vivir una intimidad con Dios que no destruye la independencia de sí mismo, pero que afirma una fluidez de comunicación entre Jesús y mi persona

 

esto es mística:y la mística es para todos.No para una minoría inmaculada, impecable que ni existe ni fue la parte de la humanidad por la que Jesús optó. Jesús optó por una cercanía contundente con el pecador, el pobre, el necesitado de algo. 

 

una vez más nos encontramos con la paradoja cristiana según la cual el mejor camino para vivir la intimidad con Dios es a base de promover nuestra relación amorosa con el prójimo Juan 15,17

 

relación que debe ser con todos, pero preferencialmente con los más necesitados (I Corintios 1, 26-31)

 

Así, llegando misericordiosamente a los más necesitamos, llegamos al centro del corazón de Jesús