sábado, 16 de agosto de 2014

Lunes 18 agosto
(71)
Evangelio: Mateo 19, 16-22
"Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, / así tendrás un tesoro en el cielo"
En aquel tiempo se acercó uno a Jesús y le preguntó: "¿Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna? Jesús le contestó: "¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos". El le preguntó: "¿Cuáles?". Jesús le contestó: "No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo". El muchacho le dijo: "Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?". Jesús le contestó: "Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego vente conmigo". Al oír esto, el joven se fue triste, porque era rico.

Se trata de una invitación a un seguimiento radical que no es para todo el mundo, pero tampoco es para considerarlo excepcional y utópico

Siempre hará falta individualidades y grupos que den el testimonio del desprendimiento total en favor de los pobres. Ellos no son los mejores, pero son imprescindibles

No todo el mundo tiene que salir a vender todo lo que tiene y lanzarse a seguir a Jesús, pero todos sí que tenemos que deshacernos de unas cuantas cosas para seguir a Jesús

Mientras haya empobrecidos en el mundo y muy cerca de nosotros, no podemos vivir acumulando y llenándonos de cosas  sin ningún criterio solidario

Jesús aprovecha la ocasión para decir que no se trata prioritariamente de dejar cosas sino de atender la carencia de los pobres

El incremento permanente de los pobres en todo el mundo, es culpa de la indiferencia de todos nosotros hacia sus carencias más elementales


No se trata de acciones asistencialistas, que son también necesarias, sino que es más urgente optar por propuestas sociopolíticas y económicas  que sean más definitivas y radicales en sus propuestas.   

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