Jueves 14 agosto
(67)
Evangelio: Mateo 18, 21-29
"No te digo que perdones
hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete"
En aquel tiempo, acercándose Pedro
a Jesús, le preguntó: "Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le
tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?". Jesús le contestó: "No te
digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete". Y les propuso
esta parábola: "Se parece el Reino de los cielos a un rey que quiso
ajustar cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno
que debía tres mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo
vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara
así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: "Ten
paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo". El señor tuvo lástima de aquel
empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el empleado
aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios, y,
agarrándolo, lo extrangulaba diciendo: "Págame lo que me debes". El
compañero, arrodillándose a sus pies, le rogaba diciendo: "Ten paciencia
conmigo, y te lo pagaré". Pero él se negó, y fue y lo metió en la cárcel
hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron
consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor
lo llamó y le dijo: "¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné
porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero,
como yo tuve compasión de ti?". Y el señor, indignado, lo entregó a los
verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre
del cielo si cada cual no perdona de corazón a su hermano". Cuando acabó
Jesús estos discursos, partió de Galilea y vino a la región de Judea, al otro
lado del Jordán.
PERDONAR, OTRO EXCESO DE ESE CORAZÓN DE JESÚS. …PERO ES DE JESÚS
SI NOS HUBIERAMOS PUESTO NOSOTROS A
CALCULAR CON JESÚS EL NÚMERO DE VECES QUE HAY QUE PERDONAR, NUNCA SE NOS
HUBIERA OCURRIDO UN:SIEMPRE
Y QUÉ ES PERDONAR ? NO ES FÁCIL
PERDONAR NO ES COMENZAR A CONSIDERAR COMO BUENO LO
QUE ESTUVO O ESTÁ MALO
PERDONAR NO ES GARANTIZAR
QUE VOY A OLVIDAR EL MAL QUE ME HAN HECHO
LO PRIMERO ES UN ESFUERZO
PARA LA COMPRENSIÓN. ENCONTRAR LOS
ATENUANTES, LAS CIRCUNSTANCIAS QUE LLEVARON AL OTRO A HACERME DAÑO
SU HISTORIA, SUS CONDICIONAMIENTOS
ÉTICOS, SU ESTADO DE ÁNIMO, SU DESINFORMACIÓN, SU SICOLOGÍA
NORMALMENTE EL DAÑADOR SIEMPRE TIENE UNA
CUOTA DE RESPONSABILIDAD, PERO QUIZÁ ES MENOR DE
LO QUE YO LE ATRIBUYO
¿ NO ABRÍA HECHO YO LO MISMO SI HUBIERA ESTADO EN SU LUGAR ?
Y… SI LLEGO A LA CONCLUSIÓN DE QUE NO HAY LA MÁS MÍNIMA JUSTIFICACIÓN ENTONCES ES EL MOMENTO
DE LA COMPASIÓN
LA COMPASIÓN ES MI SALTO POR ENCIMA DE TODO LO QUE LO SITÚA COMO ABSOLUTO CULPABLE, YO LO BAÑO CON MI PERDÓN GENEROSA Y GRATUITAMENTE
COMO LO HACE EL SEÑOR CONMIGO. COMO LO HAN HECHO QUIZÁ OTROS
CONMIGO
EL EJERCICIO DEL PERDÓN ELEVA EL NIVEL DEL
PERDONADOR A LA ALTURA DEL GÓLGOTA
PERDONAR SANA LAS HERIDAS MÁS PROFUNDAS
Y ASÍ PODEMOS DECIR…”ASÍ COMO NOSOTROS
PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN…”
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