Miércoles 17 Febrero 2016
Lucas 11:29-32
29 Habiéndose reunido la gente, comenzó a decir: «Esta generación es
una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal
de Jonás.
30 Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación.
31 La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón.
32 Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás.
30 Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación.
31 La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón.
32 Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás.
La señal de Jonás como sabemos fue que este fue tragado por una ballena
y al tercer día fue expulsado por la ballena vivo
Jesús hace la comparación con su resurrección al tercer día
Pero lo importante es el sentimiento de Jesús ante esa generación
incrédula y cerrada que no valora los gestos tan extraordinarios de Jesús
Siempre que nos encontramos con ese tipo de comportamientos nos
referimos a nosotros para ver si también nosotros nos mereceríamos una
recriminación similar
Siempre encontramos que nuestra actitud ante Jesús no llega a esos
niveles de ceguera, pero tampoco nos sentimos completamente satisfechos con
nuestras actitudes más generales
Ante la magnanimidad con la que el Señor nos regala por ejemplo toda una
naturaleza tanto externa como interna
tan llena de prodigios deberíamos mantenernos en esa actitud ignaciana de
contemplación para alcanzar amor
La actitud es de permanente agradecimiento. Incluso es una manera de
vivir que nos haría relativizar nuestros momentos menos agraciados, más
fatigosos
Tony de Mello decía: “No existe
místico malagradecido”. De manera que si queremos alcanzar los niveles de la
mística tendríamos que estimularnos a ese talante del agradecimiento permanente
Hagamos la prueba y veremos como al ponernos a agradecer se suavizan
nuestras penas y pierden protagonismo dentro de nosotros
Y por otro lado hacemos justicia a la magnanimidad de nuestro Dios y nos distanciamos de aquella generación
que impacientó tanto a Jesús
No hay comentarios:
Publicar un comentario