¿ Y por qué orar ?
Para un cristiano bastaría con
recordar cómo para Jesús el hábito de “retirarse a orar” era algo continuo y muy ligado a sus grandes
momentos
Pero nosotros estamos hablando
para el hombre y mujer común y corriente. Bueno a ellos tenemos que decirles
que el orar pertenece a lo que llamaríamos “calidad de vida”. De modo que si no
oras, tu vida es menos humana.
Sin embargo la pregunta sigue sin
responder: ¿Por qué orar ? Si dijimos que la oración se asimila a ese tipo de
intercambio que tenemos los seres humanos entre nosotros, podríamos decir que
no es tan necesaria dado el hecho de que Dios está siempre dentro y fuera de
nosotros: el contacto se estaría dando aunque no lo activaramos por medio la
oración.
Precisamente por el tipo de
presencia que el Señor mantiene dentro de nosotros,se hace urgente y necesaria la
oración. La presencia de Dios en nosotros es profundamente discreta como es
toda presencia que se da en la libertad.
El Señor puede morar dentro de
nosotros siempre y sin embargo podemos ignorar esa presencia. Puede ser una presencia inerte. Cuántos
espacios tan largos de nuestra vida transcurren en un silencio nuestro hacia el
Señor que ocupa lo más íntimo de nuestra existencia…!
Una amistad que no se cultiva por
medio de la palabra, el gesto, el intercambio de los afectos, termina por debilitarse
e incluso desaparecer…!
La familiaridad con nuestro
Dios-huesped necesita de esa interacción que supone la atención, la
interacción, el reconocimiento de los
afectos, la activación de la entrega, la petición continua.
Por eso la PREGUNTA que te dejamos
hoy es esta:
¿ Cuánto espacio temporal ocupa
el Señor en mi conciencia, cuánta expresividad tiene mi relación con Él,
qué palabras, qué gestos, qué peticiones, que gestos de agradecimientos, qué discernimientos, hacemos juntos ? O sea,
¿ CUÁNTO ORO EN MI VIDA?
qué palabras, qué gestos, qué peticiones, que gestos de agradecimientos, qué discernimientos, hacemos juntos ? O sea,
¿ CUÁNTO ORO EN MI VIDA?
No hay comentarios:
Publicar un comentario