LUNES 15 SEPTIEMBRE 88888

Evangelio: Juan 19,25-27

(99)

"Triste contemplaba y dolorosa miraba del Hijo amado la pena"

En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo." Luego, dijo al discípulo: "Ahí tienes a tu madre." Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.

APARECE EN NUESTRA REFLEXIÓN NADA MENOS QUE  NUESTRA MADRE MARÍA Y APARECE EN UN MOMENTO BASTANTE DIFICIL DE SU VIDA

ESTÁ, NADA MENOS, QUE ASISTIENDO AL AJUNTICIAMIENTO DE SU HIJO INOCENTE DE MANOS DE AQUELLAS AUTORIDADES CRUELES Y ARBITRARIAS

 

NO DEJA DE SER CURIOSO EL HECHO DE QUE JUNTO CON JUAN, QUIENES ESTÁN CONSECUENTES AL LADO DEL CRUCIFICADO SON TRES MUJERES

TODOS AQUELLO OTROS HOMBRES QUE  SE LLENABAN LA BOCA IDENTIFICÁNDOSE COMO SEGUIDORES DE JESÚS, TODOS, HAN HUIDO, LO HAN ABANDONADO

JESÚS APROVECHA LA PRESENCIA DE JUAN, EL DISCÍPULO AMADO Y DE SU MADRE PARA HACER ALGO QUE DESDE TIEMPOS INMEMORIALES , LA COMUNIDAD HA INTERPRETADO COMO UNA DONACIÓN DE LA MATERNIDAD DE MARÍA A TODO EL GÉNERO HUMANO.

REGALO MÁS GRANDE NO PODÍA DARNOS  JESÚS Y ASÍ LO HA VIVIDO NUESTRA IGLESIA QUE HA VISTO EN MARÍA LA ENCARNACIÓN DE ESE INSTINTO MATERNAL PERO QUE SE HACE EXTENSIVO A TODOS NOSOTROS LOS HIJOS DE DIOS.

 

LO QUE NOS QUEDA ES , EN PRIMER LUGAR, ACOMPAÑAR A MARÍA ALLÁ EN EL GÓLGOTA DONDE ASISTE DE LA MANERA MÁS IMPOTENTE AL ASESINATO DE SU HIJO, Y EN SEGUNDO LUGAR, AGRADECERLE A NUESTRO DIOS EL REGALO QUE NOS DEJÓ DE LA MATERNIDAD UNIVERSAL DE MARÍA.