SABADO 4 OCTUBRE
TAL COMO LO AVISAMOS LA SEMANA PASADA, EL BLOG FAMILIARIDAD CON DIOS NO SE EDITA
NI SÁBADO ni DOMINGO
EN SU LUGAR LES TRANFERIMOS UNA BREVE RESEÑA SOBRE EL SANTO QUE HOY CONMEMORA
LA COMUNIDAD CRISTIANA, UNO DE LOS SANTOS MÁS QUERIDOS Y CON UNA VIDA MUY CERCANA A NUESTRAS SENSIBILIDADES DE HOY
FRANCISCO
DE ASIS
Francisco de Asís (en italiano Francesco d’Assisi, nacido Giovanni di Pietro Bernardone) (Asís, 1181/11824 – ibídem, 3 de octubre de 1226),1 santo italiano, que fuediácono, fundador de la Orden Franciscana y de una segunda
orden conocida como Hermanas Clarisas, ambas surgidas bajo la
autoridad de la Iglesia católica en
la Edad Media,. De ser hijo de un rico
comerciante de la ciudad en su juventud, pasó a vivir bajo la más estricta
pobreza y observancia de los Evangelios. En Egipto, intentó infructuosamente la conversión de musulmanes al cristianismo.5
Su vida religiosa fue austera y simple, por lo que animaba a sus
seguidores a hacerlo de igual manera.. Es el primer caso conocido en la
historia de estigmatizacionesvisibles
y externas.6 Fue canonizado por la Iglesia Católica en 1228,
y su festividad se celebra el 4 de octubre.2 3 Es conocido también como il
poverello d'Assisi («el pobrecillo de Asís», en italiano).
Francisco de Asís nació bajo el nombre de Giovanni. Sus padres fueron
Pietro Bernardone dei Moriconi y Donna Pica Bourlemont, provenzal; Francisco recibió la educación
regular de la época, en la que aprendió latín. De joven se caracterizó por su vida
despreocupada: no tenía reparos en hacer gastos cuando andaba en compañía de
sus amigos, en sus correrías periódicas, ni en dar pródigas limosnas;11 como cualquier hijo de un
potentado tenía ambiciones de ser exitoso.
.
De acuerdo con los relatos, fue en un viaje a Apulia (1205)13 mientras marchaba a pelear,
cuando durante la noche escuchó una voz que le recomendaba regresar a Asís. Así
lo hizo y volvió ante la sorpresa de quienes lo vieron, siempre jovial pero
envuelto ahora en meditaciones solitarias.
Empezó a mostrar una conducta de desapego a lo terrenal
El punto culminante de su transformación se dio cuando convivió con
los leprosos, a quienes tiempo antes le
parecía extremadamente amargo mirar.15 Se dedicó después a la
reconstrucción de la capilla de San
Damián. Según los relatos, lo hizo después de haber visto al crucifijo de
esta iglesia decirle: Francisco, vete y repara mi iglesia, que se está
cayendo en ruinas.16 Entonces decidió vender el
caballo y las mercancías de su padre en Foligno, regresó a San Damián con lo ganado y
se lo ofreció al sacerdote, pero este lo rechazó.
Su padre, al darse cuenta de la conducta de su hijo, fue enojado en su
búsqueda, pero Francisco estaba escondido y no lo halló. Un mes después fue él
mismo el que decidió encarar a su padre. En el camino a su casa, las personas
con que se encontró lo recibieron mal y, creyéndolo un lunático, le lanzaron
piedras y lodo.
Allí fue donde recibió la revelación definitiva de su misión,
probablemente el 24 de febrero de 1208,19 cuando escuchó estas palabras
del evangelio: No lleven monedero, ni bolsón, ni sandalias, ni se
detengan a visitar a conocidos... (Lc., 10).20
Así, cambió su afán de
reconstruir las iglesias por la vida austera y la prédica del Evangelio.
Después de someterse a las burlas de quienes lo veían vestido casi de trapos,
ahora su mensaje era escuchado con atención, y al contrario de otros grupos
reformadores de la época, el suyo no era un mensaje de descalificaciones ni
anatemas.
En unos meses sus discípulos eran once: Bernardo di
Quintavalle, Pedro Catani, Gil, Morico, Bárbaro, Sabatino, Bernardo
Vigilante, Juan de San Constanzo, Angelo Tancredo, Felipe y Giovanni de la
Capella.21
Hacia abril o mayo de 1209,23 Francisco se decidió a
presentarse ante el papa Inocencio III, para que le aprobara la
primera regla de la Orden. Con ese fin, él y sus
acompañantes emprendieron el viaje a Roma.
El Papa por fin aprobó la regla verbalmente, al convencerse de que la
ayuda de un hombre como Francisco reforzaría la imagen de la Iglesia con su
prédica y su práctica del Evangelio. No se conoce el contenido de esta primera
regla.24 Fue por esta época (seis años
después de su conversión según Celano)25 cuando fundó, junto a Clara de Asís, la llamada segunda orden.
Concilio de Letrán
Durante el Concilio de Letrán de
1215, la organización adquirió un fuerte estatus legal; en ese año se decretó
que toda nueva orden debía adoptar la Regla de San Benito o
la de San Agustín.
Para los Frailes Menores no hubo necesidad de esto, por haber
sido aceptados seis años antes (aunque de palabra y no oficialmente). En este
concilio el Papa Inocencio III tomó
la letra Tau como
símbolo de conversión y señal de la cruz;29 de ahí en adelante el poverello fue
devoto de este símbolo.30
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